Desde los tiempos más remotos, para transportar heridos de guerra o muertos se habían utilizado camillas de caña, carretas tiradas por animales o camastros portátiles. Sin embargo, en 1792, el cirujano francés Dominique Jean Larrey al ver que sus pacientes morían en el camino entre sus casas y el hospital, ideó un coche jalado por caballos al que le adaptó una especie de cama. Así nacieron las primeras ambulancias. Poco tiempo después, el barón de Percy concibió la ambulancia Wurst o en "salchicha", que consistía en un carruaje largo en el que los enfermos iban sentados a horcajadas sobre un travesaño.
Pero no fue sino hasta comienzos del siglo XX, con la llegada de los primeros vehículos de motor, que las ambulancias ganarían en velocidad y comodidad.
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El Arco de Triunfo de París
Desde lo alto del Arco de Triunfo, construcción de 50 metros que se levanta en el centro de la plaza de la Estrella, se contempla una de las más bellas perspectivas de la capital francesa.
En el centro de la plaza de la Estrella se levanta un arco de triunfo. Construido entre 1806 y 1836, según los planos de Chalgrin y bajo las órdenes de Napoleón I, este monumento aspira a simbolizar las glorias militares de Francia. Los restos mortales de Napoleón I y de Victor Hugo pasaron bajo su gran arco; los de Foch, Joffre, Lyautey, Leclerc y de Latiré de Tassigny fueron expuestos allí durante veinticuatro horas. Un soldado desconocido, modesto héroe anónimo de la guerra de 1914-1918, está enterrado bajo el arco de triunfo y sobre sus cenizas arde una llama que no se apaga jamás.
MARTE (Ares)
Según la mitología, se cree que Marte era el Ares griego, dios de la guerra. No obstante, Marte fue esencialmente un dios romano. En la literatura y en el arte se hace poca distinción entre Marte y Ares.
La mitología sostiene que era hijo de Juno y de Júpiter. Rómulo y Remo, que fundaron Roma, fueron sus famosos hijos mellizos. Entre sus emblemas se contaban la lanza y la antorcha ardiente.
En el centro de la ciudad de Roma existía un templo de Marte donde se guardaban sus sagrados venablos. En la antigua Roma, el deber del cónsul al estallar la guerra era sacudir los venablos de Marte al grito de "Marte, despierta". Si los venablos se agitaban por sí solos, esto se consideraba mal presagie.
Tanto los meses de marzo como el cuarto planeta del sistema solar llevan nombres inspirados en el de este dios romano.
La mitología sostiene que era hijo de Juno y de Júpiter. Rómulo y Remo, que fundaron Roma, fueron sus famosos hijos mellizos. Entre sus emblemas se contaban la lanza y la antorcha ardiente.
En el centro de la ciudad de Roma existía un templo de Marte donde se guardaban sus sagrados venablos. En la antigua Roma, el deber del cónsul al estallar la guerra era sacudir los venablos de Marte al grito de "Marte, despierta". Si los venablos se agitaban por sí solos, esto se consideraba mal presagie.
Tanto los meses de marzo como el cuarto planeta del sistema solar llevan nombres inspirados en el de este dios romano.
¿Quién ha sido la enfermera más famosa de la historia?
Por primera vez en la historia, el Gobierno británico concedía el año 1907 la Orden del Mérito a una mujer. Esta mujer se llamaba Florence Nightingale, pero también era conocida como El Ángel de Crimea. Y su profesión era la de enfermera. Florence Nightingale había crecido en el seno de una adinerada familia de terratenientes ingleses y había recibido la esmerada educación que correspondía a una distinguida dama de la alta sociedad victoriana. Pero a la hora de elegir su futuro prefirió entregarse a la por entonces no muy considerada profesión de cuidar enfermos, en vez de dedicarse a la vida mundana. Después de varios años de formación y aprendizaje del cuidado de enfermos y métodos hospitalarios, en 1853 fue nombrada superintendente de un hospital para mujeres inválidas en Londres. Pero el año siguiente, la sensibilidad de Florence Nightingale se vio afectada por las noticias aparecidas en el Times acerca de las desastrosas condiciones en que se encontraba el Hospital Militar Británico de Escútari (ciudad hoy perteneciente a Albania) con motivo de la Guerra de Crimea, y decidió presentarse voluntaria al Ministerio de la Guerra; precisamente, su carta se cruzó con otra del secretario del mismo departamento invitándola a acudir a Escútari. Y allí se presentó Florence en unión de otras 38 adiestradas enfermeras a finales de 1854. Su labor fue tan dura como fructífera y, desde luego, marcó un hito en la historia de la sanidad de guerra. Los desvelos (dedicaba a veces 20 horas diarias a su labor) de Florence Nightingale y su capacidad de organización dieron como resultado, gracias también a la obtención del material adecuado a pesar de los impedimentos burocráticos, el conseguir que el índice de mortalidad entre los enfermos y heridos de Escútari descendiera del 42 al 2 por ciento. Su entrega a la causa de las víctimas de la Guerra de Crimea tuvo un duro precio: a consecuencia de unas fiebres contraídas allí, quedaría permanentemente inválida. No obstante, aún le quedaba por delante una gran tarea que desarrollar. Acometió una campaña de mejora sanitaria en el ejército, estableció el Hogar Nightingale para formación de enfermeras en Londres, gracias a una cuantiosa subvención donada por la nación, fue autora de numerosos estudios sobre formación de enfermeras y hospitales, y fue una ferviente defensora y propagandista del espíritu de la Cruz Roja Internacional. Tras una fecunda vida de entrega al prójimo, Florence Nightingale comenzó a descansar para siempre en 1910, cuando falleció a los 90 años de edad.
¿Quién fundó la Cruz Roja?
La batalla de Solferino había terminado con la victoria de las tropas de Napoleón III sobre los austríacos. Con ello, Italia, que había conseguido la alianza con Francia, tenía la independencia prácticamente garantizada. Era el año 1859. Pero en el campo de batalla, junto a la ciudad de Castiglione, más de 30.000 hombres yacían heridos, abandonados o, en su mayoría, muertos. Aquel espectáculo impresionó profundamente a un hombre, Henri Dunant, quien ideó a partir de entonces el medio de humanizar y hacer menos atroces los efectos de la guerra.
El suizo Henri Dunant obtuvo la colaboración de cuatro hombres de prestigio: el general Henri Dufour, el abogado Gustave Mognier y los médicos Théodore Mannoir y Louis Appia. Los cinco fundaron en 1863 un organismo que llamaron Comité Internacional y Permanente de Socorro a los Heridos Militares, con un emblema que más tarde daría un nuevo nombre y una proyección universal a la organización: una cruz
roja sobre fondo blanco. La sede se estableció en Ginebra, donde al año siguiente tuvo lugar la primera Convención de la organización. En ella se acordó, por parte de todos los gobiernos representados, respetar a las personas y ambulancias que exhibieran el emblema, como un equivalente de neutralidad. El objetivo de auxilio a los militares heridos se amplió sucesivamente, y con motivo de posteriores Convenciones de Ginebra, a la condena de crímenes, torturas, represalias, deportaciones, etc., estableciéndose también un código de condiciones según las cuales deben ser tratados los combatientes prisioneros. Actualmente, la Organización Internacional de la Cruz Roja (cuyo emblema en los países árabes y Japón es, respectivamente, una media luna y un sol rojos) cumple, sobre todo, con misiones de carácter civil, pero sin haber abandonado el espíritu de solidaridad humana con que Henri Dunant la concibió ante el dantesco espectáculo de Solferino. Henri Dunant obtuvo el primer Premio Nobel de la Paz, que fue concedido en 1901.
El suizo Henri Dunant obtuvo la colaboración de cuatro hombres de prestigio: el general Henri Dufour, el abogado Gustave Mognier y los médicos Théodore Mannoir y Louis Appia. Los cinco fundaron en 1863 un organismo que llamaron Comité Internacional y Permanente de Socorro a los Heridos Militares, con un emblema que más tarde daría un nuevo nombre y una proyección universal a la organización: una cruz
roja sobre fondo blanco. La sede se estableció en Ginebra, donde al año siguiente tuvo lugar la primera Convención de la organización. En ella se acordó, por parte de todos los gobiernos representados, respetar a las personas y ambulancias que exhibieran el emblema, como un equivalente de neutralidad. El objetivo de auxilio a los militares heridos se amplió sucesivamente, y con motivo de posteriores Convenciones de Ginebra, a la condena de crímenes, torturas, represalias, deportaciones, etc., estableciéndose también un código de condiciones según las cuales deben ser tratados los combatientes prisioneros. Actualmente, la Organización Internacional de la Cruz Roja (cuyo emblema en los países árabes y Japón es, respectivamente, una media luna y un sol rojos) cumple, sobre todo, con misiones de carácter civil, pero sin haber abandonado el espíritu de solidaridad humana con que Henri Dunant la concibió ante el dantesco espectáculo de Solferino. Henri Dunant obtuvo el primer Premio Nobel de la Paz, que fue concedido en 1901.
Los orígenes del radar
Todos conocemos el divertido fenómeno del eco. Cuando se emite un sonido breve delante de determinados obstáculos situados a cierta distancia —muro, acantilado, pared rocosa—, el sonido llega nuevamente al oído al reflejarse la onda sonora en el obstáculo del mismo modo que un rayo luminoso en un espejo. La medida del tiempo transcurrido entre la emisión sonora y la recepción del eco corresponde al tiempo que ha necesitado la onda en su viaje de ida y vuelta. Fácilmente se puede deducir así la distancia a que se encuentra el obstáculo reflector. Como el sonido recorre en el aire unos 340 m por segundo, si el tiempo medido es, por ejemplo, de un segundo y medio, el trayecto de ida y vuelta de la onda sonora habrá sido de 510 m y el obstáculo se hallará a 255 m.
Si sustituimos las ondas sonoras por ondas electromagnéticas —muy cortas, para que puedan reflejar como la luz—, tenemos el principio del radar.
Aunque el principio es muy sencillo, su realización es difícil.
Si sustituimos las ondas sonoras por ondas electromagnéticas —muy cortas, para que puedan reflejar como la luz—, tenemos el principio del radar.
Aunque el principio es muy sencillo, su realización es difícil.
¿Cómo actúa una bomba atómica?
La explosión de una bomba termonuclear ("encendida" por una bomba atómica) sigue un proceso completamente distinto. No se produce fisión de elementos pesados, sino fusión de elementos ligeros: hidrógeno o tritio (isótopo del hidrógeno). Esta fusión provoca la formación de helio y es acompañada por una liberación de energía mucho más considerable que en el caso de la bomba A: la potencia de una bomba termonuclear, o bomba de hidrógeno, es mil veces mayor que la de la bomba atómica actual, que supera los efectos apocalípticos de los artefactos que estallaron sobre Hiroshima y Nagasaki. ¿Cuáles son estos efectos? Son tan variados como terribles. En primer lugar, la explosión produce un relámpago que ciega instantáneamente a cualquiera que la mire o mantenga los ojos cerrados dirigidos hacia ella. Al mismo tiempo, actúa la terrorífica ráfaga producida por la expansión, que puede destruir los edificios circundantes en un radio de 1 km, mientras que, en la misma extensión de terreno, todo es aniquilado y consumido. En un radio de 10 km se producen también muchos daños. Después de la explosión, se desencadenan radiaciones mortales. Además, un gran número de cuerpos formados en el transcurso de la fisión se vuelven radiactivos y producen lluvias radiactivas, largo tiempo contaminadoras.
¿Con qué se ganó la Segunda Guerra Mundial?
En realidad, la Segunda Guerra Mundial fue ganada por los bombarderos. Estos aviones podían destruir fábricas y aun ciudades. El Vickers Wellington, fue un bombardero de tamaño medio, que quizás dio el servicio más prolongado que ningún otro en la guerra. El B-17, es el más grande, ayudó a terminar la guerra con Alemania, debido al enorme daño provocado por su enorme capacidad de transporte de bombas.
Bombardero B-17
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Historia de los explosivos
Uno de los primeros explosivos fue la pólvora, y su invención produjo muchos cambios en el mundo. Desde que se usa la pólvora en las batallas, los hombres se han esforzado por encontrar explosivos cada vez más potentes para usarlos con fines bélicos.
Pero no debemos pensar que los explosivos sólo se emplean en la guerra. Hay trabajos que requieren del uso de explosivos, tales como la minería, la construcción de túneles y el desmonte y nivelación de terrenos. Además, los motores de gasolina funcionan mediante una serie de pequeñas explosiones; el material explosivo, en este caso, es una mezcla de aire y gasolina.
Con frecuencia, la combustión rápida produce una explosión por la fuerte expansión de gases. Otras veces, se produce la explosión por la división de los elementos de un cuerpo compuesto; por ejemplo, para que el yoduro de nitrógeno haga explosión es bastante el roce de una pluma.
Como el yoduro de nitrógeno, muchos explosivos contienen este elemento. Ello se debe a que el nitrógeno no se combina fácilmente a otros elementos, y cuando forma parte de ellos, resulta un elemento "inestable" que fácilmente se escapa causando una explosión.
La dinamita, el TNT (trinitrotolueno) y la nitroglicerina son tres de los explosivos más conocidos y usados.
Pero no debemos pensar que los explosivos sólo se emplean en la guerra. Hay trabajos que requieren del uso de explosivos, tales como la minería, la construcción de túneles y el desmonte y nivelación de terrenos. Además, los motores de gasolina funcionan mediante una serie de pequeñas explosiones; el material explosivo, en este caso, es una mezcla de aire y gasolina.
Con frecuencia, la combustión rápida produce una explosión por la fuerte expansión de gases. Otras veces, se produce la explosión por la división de los elementos de un cuerpo compuesto; por ejemplo, para que el yoduro de nitrógeno haga explosión es bastante el roce de una pluma.
Como el yoduro de nitrógeno, muchos explosivos contienen este elemento. Ello se debe a que el nitrógeno no se combina fácilmente a otros elementos, y cuando forma parte de ellos, resulta un elemento "inestable" que fácilmente se escapa causando una explosión.
La dinamita, el TNT (trinitrotolueno) y la nitroglicerina son tres de los explosivos más conocidos y usados.
¿Cómo se usaron los primeros aviones caza?
Los aviones de caza de la Primera Guerra Mundial, fueron máquinas mejor acondicionadas y compactas que los bombarderos difíciles de manejar. En el primer año de la guerra, los anticuados generales desconfiaron de estas máquinas por lo que, al principio, los aviones de guerra se emplearon sólo para espiar las líneas enemigas —para reconocimiento.
El avión de combate británico fue el RES. Se usó durante la guerra en misiones de reconocimiento, llevaba una ametralladora para pelear con los aviones alemanes que lo atacaran. Entre los más famosos de éstos, se tiene el otro avión de combate, que es el Fokker Dr 1, el avión de combate en el que voló uno de los más grandes "ases" de la Primera Guerra Mundial, Manfred von Richthofen, "El Barón Rojo".
El avión de combate británico fue el RES. Se usó durante la guerra en misiones de reconocimiento, llevaba una ametralladora para pelear con los aviones alemanes que lo atacaran. Entre los más famosos de éstos, se tiene el otro avión de combate, que es el Fokker Dr 1, el avión de combate en el que voló uno de los más grandes "ases" de la Primera Guerra Mundial, Manfred von Richthofen, "El Barón Rojo".
¿Cuándo combatieron por primera vez los acorazados?
Esta escena de guerra de 1862, muestra la primera batalla real entre barcos de guerra totalmente metálicos, o acorazados. El más grande de estos monstruos metálicos pertenecía a la marina del Sur en la Guerra Civil Estadounidense. El otro acorazado (que parece "una caja de queso sobre una balsa"), pertenecía al Norte. Cada uno de estos desmañados contrincantes fueron blanco estable entre sí. Con todo, de hecho, ninguno logró operar de tal forma que hiciera mucho daño al enemigo y la batalla terminó en "tablas".
¿Cuándo se desarrollaron los aviones de combate?
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¿Qué eran los acorazados?
Los navios antiguos estaban hechos principalmente de madera, mientras que los nuevos barcos de vapor se construyeron de acero, en especial los nuevos barcos de guerra. Estos necesitaban metal resistente y más fuerte para poder resistir el impacto de los fuertes explosivos de los cañones modernos. Al primero de los nuevos barcos de guerra se le llamó acorazado, debido a su pesada armadura de metal. El barco de guerra abajo, se construyó casi 50 años después que los primeros acorazados. Es el barco de guerra HMS Dreadnought, orgullo de la marina británica al principiar la Primera Guerra Mundial. Disparaba pesadas granadas de 28 centímetros de diámetro que podían perforar las armaduras, y podía navegar a la velocidad de 22 nudos (40 Km) por hora. Pero aún, estos grandes barcos de guerra se encontraban amenazados por mortíferos submarinos, los que podían echarlos a pique fácilmente.
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Acorazado HMS Dreadnought
¿Cuándo apareció el tanque de guerra?
¿Qué avión transportó la primera bomba atómica?
A fines de la Segunda Guerra Mundial, apareció el más grande de todos los bombarderos, la Superfortaleza Estadounidense B-29 "Enola Gay". Fue este enorme bombardero el que transportó las bombas atómicas lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, causando terribles destrozos y pérdidas de vidas provocando con ello el fin de la guerra con Japón, y con ello, el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El Enola Gay
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¿Quién puso a punto el arma más mortífera de la historia?
Las Termópilas
Termópilas significa puertas calientes y el nombre se deriva de los manantiales de aguas termales que se encuentran en sus cercanías; sus aguas son de color verde azulado y contienen cal, sal, ácido carbónico y anhídrido sulfuroso; se les atribuyen propiedades curativas en los casos de escrófula, ciática y reumatismo. El paso, que se encuentra entre el monte Oeta y el mar, no es hoy tan estrecho como en tiempos pasados, porque con el deslave de las lluvias y los arroyos cercanos, se ha formado hacia el lado del mar una planicie. Aún pueden verse allí las ruinas de un antiguo baluarte.
¿Quién obtuvo por primera vez energía atómica por una reacción en cadena?
¿Quién inventó la pólvora?
Una mezcla de polvo negruzco, compuesta de salitre, azufre y carbón, empezó a revolucionar, a partir del siglo XIV, todo lo que hasta entonces se entendía por armamento y por arte de la guerra. La aparición de la pólvora determinó la creación de las armas de fuego, y éstas pronto impusieron su ley en los campos de batalla, donde al fragor del acero se vino a sumar el estampido ensordecedor, el olor y el humo que producía aquel invento diabólico. Nace la artillería, los arcabuces sustituyen a las lanzas y picas, se revoluciona la caza, las minas encuentran un poderoso auxiliar en los explosivos y los festejos ven surgir un nuevo arte: la pirotecnia. Aunque la pólvora era ya conocida en Europa en el siglo XIII, como lo demuestra una carta del sabio franciscano Roger Bacon, en la que habla de los ingredientes necesarios para producirla y de sus propiedades detonantes, no fue utilizada de forma generalizada para el funcionamiento de las armas de fuego hasta que éstas fueron introducidas por los árabes, en sus luchas contra los cristianos en España. A fines del siglo XIV, las armas de fuego empezaban a ganar terreno en todos los ejércitos.
Sin embargo, la pólvora había sido inventada bastante antes. Las leyendas afirman que los chinos la empleaban desde tiempos muy remotos, y desde luego consta que en China se empleaba en el siglo XI para propulsar rudimentarios cohetes. Y también consta que los chinos eran muy aficionados a los fuegos artificiales desde tiempos inmemoriales. Si los chinos conocían las facultades destructivas de la pólvora, al menos no la emplearon con ese fin. Por el contrario, el empleo predominante que Occidente hace de ella nada tiene de pacífico. La mezcla de carbón, azufre y salitre (o nitrato potásico) se convierte en un instrumento de poder y de conquista. Gracias a las prodigiosas armas de fuego (que quizá nunca llegara a imaginar el chino que inventó la pólvora) la inmensa América sería conquistada por un puñado de hombres, ante el asombro, el pavor y la impotencia de los indígenas.
Sin embargo, la pólvora había sido inventada bastante antes. Las leyendas afirman que los chinos la empleaban desde tiempos muy remotos, y desde luego consta que en China se empleaba en el siglo XI para propulsar rudimentarios cohetes. Y también consta que los chinos eran muy aficionados a los fuegos artificiales desde tiempos inmemoriales. Si los chinos conocían las facultades destructivas de la pólvora, al menos no la emplearon con ese fin. Por el contrario, el empleo predominante que Occidente hace de ella nada tiene de pacífico. La mezcla de carbón, azufre y salitre (o nitrato potásico) se convierte en un instrumento de poder y de conquista. Gracias a las prodigiosas armas de fuego (que quizá nunca llegara a imaginar el chino que inventó la pólvora) la inmensa América sería conquistada por un puñado de hombres, ante el asombro, el pavor y la impotencia de los indígenas.
Origen de la Caballería
LA CABALLERÍA
UNA de las singularidades más sorprendentes de la historia de Europa ha sido que la rudeza y belicosidad de los señores medievales — tantas veces desatadas en guerras estériles— hayan podido encauzarse al servicio de un ideal caballeresco, generoso y noble.
Imprimiéndoles principios de devoción cristiana, logró la Iglesia someter aquella pujanza a ciertas condiciones. Por de pronto, el valor de un caballero cristiano no podía estar en pugna con los preceptos de la religión; al contrario, debía defenderlos. Esto suponía un compromiso y una honrosa misión que la Iglesia formalizó con las órdenes de caballería, sometiendo a los candidatos a cierta iniciación solemne y a un régimen especial de conducta "caballeresca".
Imprimiéndoles principios de devoción cristiana, logró la Iglesia someter aquella pujanza a ciertas condiciones. Por de pronto, el valor de un caballero cristiano no podía estar en pugna con los preceptos de la religión; al contrario, debía defenderlos. Esto suponía un compromiso y una honrosa misión que la Iglesia formalizó con las órdenes de caballería, sometiendo a los candidatos a cierta iniciación solemne y a un régimen especial de conducta "caballeresca".
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