Desde lo alto del Arco de Triunfo, construcción de 50 metros que se levanta en el centro de la plaza de la Estrella, se contempla una de las más bellas perspectivas de la capital francesa.
En el centro de la plaza de la Estrella se levanta un arco de triunfo. Construido entre 1806 y 1836, según los planos de Chalgrin y bajo las órdenes de Napoleón I, este monumento aspira a simbolizar las glorias militares de Francia. Los restos mortales de Napoleón I y de Victor Hugo pasaron bajo su gran arco; los de Foch, Joffre, Lyautey, Leclerc y de Latiré de Tassigny fueron expuestos allí durante veinticuatro horas. Un soldado desconocido, modesto héroe anónimo de la guerra de 1914-1918, está enterrado bajo el arco de triunfo y sobre sus cenizas arde una llama que no se apaga jamás.