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Marañón

   Las almendras de marañón son, con la nuez de Para y la pecana, las nueces mas populares entre las nativas del continente americano. El árbol es originario del Brasil, pero actualmente se encuentra cultivado en todos los países cálidos; es mas bien bajo, con ramaje extendido y frondoso. Es muy apreciado como árbol de sombra en la América tropical, especialmente en regiones algo secas de las costas. Se propaga por semilla.
   La almendra de marañón nace en una curiosa estructura periforme, la manzana del marañón, que no es un fruto sino mas bien el pedúnculo del mismo que se hincha y se vuelve suculento y comestible. El verdadero fruto del marañón, que encierra la almendra comestible del comercio, es un cuerpo semejante a una habichuela que se forma en el extremo de la falsa manzana. La América del Sur exporta de un millón a millón y medio de kg. de almendras de marañón al año.

La ONU insta a la gente a comer insectos

   Las Naciones Unidas sugieren que el consumo de insectos podría ayudar a resolver la escasez de alimentos a nivel mundial.

   De acuerdo con un informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas, si las personas complementan su dieta con insectos les ayudaría a reducir el hambre y aumentar su nutrición. Incluso ahora mismo, más de dos mil millones de personas ya consumen por lo menos algunos insectos como parte de su dieta regular.

   "Los insectos están en todas partes y se reproducen rápidamente, aparte poseen un bajo impacto ambiental", dice el informe. "El uso de insectos a gran escala como un ingrediente alimenticio es técnicamente factible, y empresas establecidas en diferentes partes del mundo ya están liderando el camino."

Científicos desarrollan un super trigo

   Un nuevo tipo de trigo desarrollado por científicos en Inglaterra tiene el potencial de aumentar la productividad en un 30%.

   La nueva cepa se creó mediante la combinación de una variedad moderna de trigo con una antigua del mismo cereal. La medida está destinada a hacer frente a la reciente escasez de trigo la cual ha provocado problemas en la producción de alimentos. Con una población cada vez mayor y un clima impredecible es cada vez más difícil cultivar suficiente cantidad del cereal para satisfacer la demanda.

   Los científicos esperan que al combinar el antiguo ancestro del trigo con el cereal moderno las plantas resultantes presentarán una mayor resistencia sin necesidad de modificarlas genéticamente. Se cree que el trigo que conocemos actualmente se desarrolló de granos primitivos hace unos 10.000 años.

¿Qué es la glicerina vegetal?

   La glicerina, también conocida como glicerol, es un compuesto orgánico de carbono, hidrógeno y oxígeno con la fórmula química C3H8O3. Se produce industrialmente, por lo general como un subproducto de la fabricación de jabón, a partir de aceites y grasas. Se puede hacer de la grasa animal o, en el caso de glicerina vegetal, del aceite vegetal. La fuente de la materia prima no afecta a la química del producto final, pero, puesto que la glicerina se utiliza ampliamente en los alimentos y los medicamentos, esta distinción es importante para los vegetarianos. También la glicerina se utiliza como edulcorante y como un ingrediente en una serie de productos cosméticos.


Estructura y Propiedades de la Glicerina

   El compuesto consiste en una cadena de tres átomos de carbono, a los que están unidos átomos de hidrógeno en un lado y a un grupo de hidroxilo (OH) en el otro. Los tres grupos OH forman enlaces de hidrógeno entre las moléculas, dando el compuesto una viscosidad similar a jarabe y permitiendo que se disuelva fácilmente en agua. Químicamente hablando, la glicerina es un alcohol, pero para fines alimenticios, es clasificado —en los EE.UU.— como un carbohidrato por la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA), ya que proporciona calorías y no es una grasa o una proteína.

¿Por qué necesitamos comer?


   La comida es la gasolina del cuerpo. Se descompone en un proceso llamado digestión, en el que el cuerpo separa los materiales que necesita. El cuerpo tiene millones de pequeñas células que usan la energía de los alimentos para crear otras nuevas que sustituyan las viejas. Hay comida, por ejemplo, que aporta los componentes necesarios para desarrollar los músculos.

El membrillo

   Se sabe que el membrillero se ha venido cultivando por más de 2.000 años en Asia Menor. Su cultivo, no obstante, siem­pre ha sido limitado y sólo se han formado unas pocas variedades. El membrillero es un árbol pequeño muy ramoso o un arbusto; pertenece a la familia de las rosáceas. Sus flores son ro­sadas o blancas y semejantes a las del peral y manzano.
   Los membrillos raramente se comen crudos, excepto, a veces, en países cálidos, en donde, por su exposición a un sol más intenso, se hacen menos ácidos.
   El membrillo es muy apreciado en la prepara­ción de conservas, jaleas y mermeladas por su aroma y acidez cuando se mezcla con otras fru­tas.
   Las semillas del membrillo se emplearon en otros tiempos en medicina. Aunque el fruto del membrillero del Japón no se come, se cul­tiva el árbol por la belleza de sus flores. Estas son blancas, rosadas o rojas y abren al principio de la primavera y en el verano.
   Algunas clases de membrillo ofrecen un aro­ma muy agradable y se colocan entre la ropa para perfumarla. El membrillero crece rápida­mente en suelo ligero, pero vive más tiempo en suelo compacto.
   El membrillero prospera en muchas regiones de la América Latina. En la Argentina existe una importante industria del fruto de dicha planta. Se producen unas 17.000 tons. al año. La mayor parte de la producción se emplea en la preparación de conservas o de "carne" de membrillo para la exportación.

El melón



   Esta planta, que también se deno­mina melonera, pertenece a la familia de las cucurbitáceas; lo mismo que el cohombro, es un Cucumis de tallos rastreros anuales, hojas lobadas y flores acampanadas y bonitas. Es originario de Asia tropical y se cultiva desde época antiquísima, habiéndose formado nume­rosas variedades.
   El melón en todas sus formas tiene un olor sui generis. La corteza del fruto en algunas variedades (como en el cantaloupe) es áspera y reticulada, en otras es lisa y uniforme. La carne puede ser de color salmón o verde. Hay melones que maduran temprano en el verano, pero otros no maduran sino hasta el final de la estación. Estos se pueden empacar y conservar más fácilmente que los tempranos. El melón "Casaba" es grande y presenta anillos de color verde amarillento; su sabor es muy delicado y la carne es de color verde pálido. Otros tienen la piel aún más lisa y la carne de tono verde intenso.
   Las meloneras de cualquier clase deben plan­tarse en terrenos ligeros, sueltos, de buen desagüe y bien fertilizados. Lo mismo pueden sembrarse en hileras que en montículos. Los melones se recogen cuando los sarmientos pue­dan separarse de los tallos sin quebrarse. Cuando hay que enviarlos a largas distancias, se re­cogen en estado menos avanzado.

Zumo de cerezas para aliviar el daño muscular

   Ingerir zumo de cereza antes y des­pués de realizar ejercicio físico puede aliviar algunos de los síntomas de daño muscular que ocasiona la práctica deporti­va. Esta conclusión ha sido publicada en la edición electrónica de la revista British Journal of Sports Medicine, en donde los autores de la investigación han confirma­do que las cerezas ácidas son una buena fuente de antioxidantes y antiinflamato­rios, sustancias que ayudarían a preservar la función muscular. El experimento fue realizado con una decena de jóvenes deportistas que tomaron zumo de cereza y un placebo antes y después de realizar una prueba física. La mitad de los jóvenes bebió zumo durante ocho días, mientras la otra mi­tad tomó el placebo. Pasado ese tiempo, reali­zaron el ejercicio, consistente en extender el bra­zo mientras agarraban una palanca que ejercía resistencia. Dos semanas después, se repitió el ejer­cicio, pero en esta ocasión las personas que habían in­gerido el brebaje de cereza tomaron el de placebo y vi­ceversa. Los resultados no dejaron lugar a dudas: cuando tomaron la bebida de frutas sentían menos dolor -y du­rante menos tiempo-, que al tomar el placebo.

Algunas frutas secas

Nuez

Es el fruto del nogal (Juglans regia), árbol de la familia de las juglandáceas, que además suministra excelente madera de mucha impor­tancia en ebanistería. De la nuez (que es una drupa) sólo se come la semilla, muy nutritiva y rica en aceite, que es utilizado también en la industria de los barnices.
La semilla o embrión de las nueces secas contiene: 67 % de materias grasas; 20 % de proteínas y 3 % de azúcares. En la alimenta­ción, cien gramos de nueces proporcionan 721 calorías.

LA FRUTA SECA

   Frutos secos, fruta seca y fruta de­secada: son tres denominaciones, tres calificaciones de frutos que aparen­temente tienen para el vulgo análoga sig­nificación,  y que sin  embargo represen­tan cosas realmente distintas.
   Comúnmente, y en forma muy conven­cional, la botánica clasifica como frutos secos a los que, una vez maduros, presen­tan el pericarpio coriáceo, membranoso, formando una cascara que protege las semillas: la vaina o ejote del frijol o del algarrobo, la cápsula de la amapola o del chamico, la sámara del quebracho o de la tipa, los aquenios del abrojo, el girasol o los cardos. Los frutos secos, a su vez, se dividen en dehiscentes (del latín "dehísce-re", abrirse), si al madurar se abren para dejar en libertad a las semillas (violeta, repollo, acacia blanca, etc.), e indehiscentes (in = negación) si el fruto no se abre naturalmente (avellana, cacahuate, arce, etcétera).
   Fruta seca: es ésta una denominación comercial y se refiere a aquellos frutos en cuya semilla, o almendra comestible, se acumulan abundantes materiales nutri­tivos de reserva, que habrán de susten­tar la futura plántula, mientras ésta no absorba alimento por sus propias raíces. Los ejemplos más comunes son: nuez, castaña, avellana, coco, almendra, los pi­ñones que contienen el estróbilo o pina de los pinos y araucarias, maní o cacahuate, nueces o castañas de Para (Bertholletia excelsa) y aun las bellotas del roble.

La lactosa y el clima

   Paul Sherman, profesor de neurobiología de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, afirma que la intolerancia a la lactosa puede estar vinculada al medio ambiental y social de nuestros ances­tros. Por ejemplo, las personas cuyos antepasados provienen del norte de Europa tienden a mantener la habilidad de producir la enzima lactosa y beber leche durante toda la vida debido a que las condicio­nes climáticas permitieron la crianza continua de ganado. Por otra parte, las personas cuyos ancestros provienen de África o Asia, donde los climas calurosos y la proliferación de enfermedades peligrosas no permitían la continuidad de estos hábitos, no presentan tan fácilmente la habilidad de digerir la leche luego de la infancia. La investigación se hizo con muestras de 270 poblaciones nativas en 39 países de África y Eurasia, desde el sur de África al norte de Groenlandia. En caso de padecer intolerancia a la lactosa, existen productos especialmente diseñados para el consu­mo humano.

¿Cuándo las especias valían más que el oro?

   Las valiosísimas especias, que ha­bían sido la fortuna de las repúbli­cas marineras, eran conocidas y se utilizaban en Europa desde los tiem­pos más antiguos. Sin embargo, su origen seguía siendo un misterio. Los mercaderes árabes solían faci­litarlas a los comerciantes euro­peos con asiduidad, pero aquellos astutos aventureros jamás habían revelado su procedencia. Sólo gracias a los grandes viajes de exploración fue posible conocer el origen de la nuez moscada, la canela y el clavo. Este último lo encontraron los holandeses en las islas Molucas. Durante mucho tiem­po se procuró impedir que se «ro­baran» ejemplares de la planta del clavo con el propósito de trasplan­tarlos a otras posesiones colonia­les, pero en el siglo XVIII el cultivo del clavo se extendió ampliamente a otras regiones tropicales. Hoy existen grandes plantaciones de clavo en Madagascar, donde lo in­trodujeron los franceses. En la épo­ca de la floración el intenso perfume de estas plantas se aspira a 300 ki­lómetros de la costa. El cultivo de la canela se halla tam­bién extendido actualmente por mu­chos países tropicales. La canela procede de la parte inte­rior de la corteza de un árbol que crece espontáneamente en la isla de Ceilán y en la India. Hace algu­nos siglos se la consideraba tan preciosa que hasta había provocado auténticas guerras entre las nacio­nes deseosas de controlar su pro­ducción. La isla de Ceilán (actual Sri Lanka) pasó del dominio portugués al holandés, y luego al inglés, precisamente por­que estos tres países aspiraban a adueñarse de las plantaciones. La especie más conocida y solici­tada sigue siendo la pimienta. En la Edad Media, los pequeños granos negros de esta substancia picante eran considerados tan valiosos, que alguien llegó a proponer su utiliza­ción en calidad de moneda para los intercambios.

Azúcar procedente de la remolacha


   La importancia de la remolacha de azúcar creció inesperadamente cuando el gran Corso, Napoleón Bonaparte, duran­te el bloqueo continental decretado contra Francia por las naciones eu­ropeas, desarrolló su empleo para suplir en su país al azúcar. Con anterioridad a ello, todo el azú­car que se consumía en el mundo procedía de las cañas de azúcar. Pero ya hacia el año 1750, en Ale­mania, se había empezado a obte­ner azúcar a partir de las gruesas raíces de la remolacha. Actualmen­te el azúcar de remolacha ha sus­tituido en Europa, casi por comple­to, al azúcar de caña. Existen muchas variedades de re­molachas utilizadas generalmente como hortalizas comestibles. La de azúcar es una planta bienal cuya raíz aumenta de tamaño durante el primer año. acumulando las sustan­cias nutritivas que servirán en el segundo año para el florecimiento y fructificación de la planta. Pero antes de que ello suceda es enviada a las fábricas de azúcar.

Consumir té verde baja de peso


   Según un nuevo estudio el con­sumir té verde ayuda a bajar de peso. Expertos en alimentación de la Universidad Penn State encontraron que puede reducir la adquisición de peso y que es una herramienta útil contra la obesidad. Para probarlo, administraron una dieta alta en grasa a dos grupos de ratones. A uno de los grupos se le suministró un suplemento que se encuentra en el té verde. Al final, notaron que engordaron con mayor lentitud que aquellos que no lo recibieron. La ingesta del té no reduce el hambre, pero disminuye la absorción de grasa y facilita su digestión. Por ello, una o dos tazas al día y una dieta sana te devolverán a tu peso ideal.

¿Quiénes utilizaban el cacao como moneda?


   Hernán Cortés fue el primer europeo quien vio consumir cacao a los indígenas de Mesoamérica y lo llevó a al Viejo Continente. El cacao se obtiene de las semillas tostadas de un fruto de gran tama­ño que madura directamente en el tronco o las ramas de una planta de las regiones cálidas. Los nativos lo utilizaban para preparar bebidas, mezclándolo con miel o azúcar de caña, o bien para elaborar tartas, como condimento del maíz. Pero también lo usaban en tanto que mo­neda en los intercambios. El árbol del cacao posee grandes hojas ovaladas. Mide de cuatro a ocho metros y produce unas flores rojas que brotan directamente en el tronco o las ramas más antiguas. De las flores nace el fruto, que es una cápsula de hasta 25 centímetros de longitud, integrada por una pul­pa amarillenta en el interior de la cual se encuentran las semillas, cuyo tamaño es algo superior al de nuestras nueces. Para llegar has­ta la almendra feculenta de las se­millas hay que partir la envoltura leñosa que las protege. Cada fruto puede contener una treintena de semillas, a las que se conoce con el nombre de «habas de cacao». Aisladas de la pulpa, las semillas se hacen fermentar antes de proceder al tueste, cuya finali­dad es la de acentuar su sabor aro­mático y facilitar su pulverización. Tras la torrefacción, unas máquinas especiales liberan al cacao de las cascaras leñosas y lo pulvesizan, aislando al mismo tiempo el aceite de cacao destinado a otros usos.

Los primeros alimentos en conserva

   Hasta finales del siglo dieciocho, lo único que se podía hacer para evitar que los alimentos se echaran a perder era secarlos, salarlos o introducirlos en aceite. Pero llegó el confitero francés Nicolás François Appert y tuvo la idea de calentar los productos alimenticios a 100 grados, con lo cual eliminaba las bacterias que causan la putrefacción, para meter­los después en recipien­tes de vidrio cerrados her­méticamen­te. Trabajó muchos años
para perfeccionar el siste­ma. Por fin, en 1808, co­mercializó el primer bote de conservas. Dos años des­pués, su compatriota Pierre Durand utiliza hojalata pa­ra los recipientes y crea las clásicas latas. Con estos antecedentes, los británicos Donkin y Jall instalan en 1811 la primera fábrica conservera del mundo. Pe­ro quedaba por llegar el in­vento defini­tivo para con­servar en buen estado de la comida. En 1895, el alemán Carl Linde desa­rrolla una técnica de enfriamiento de gases por etapas de ex­pansión, ba­se para la fa­bricación de refrigeradores.

Historia del comercio de especias

Comercio de especias y guerras originadas por su posesión

   Las especias orientales fueron, en otro tiempo, una mercancía de alto precio en Europa. Por el deseo de poseerlas se originaron diversas guerras y se em­prendieron temerarias expediciones ha­cia los países productores. Cuando, en 1289, el veneciano Marco Polo regresó de su viaje a China y enu­meró la gran cantidad de especias que había encontrado, el comercio con Orien­te despertó gran interés, iniciándose un activo tráfico entre Oriente y Occiden­te, con Venecia como centro más im­portante. A mediados del s. XV, los turcos acabaron con este tráfico, termi­nando, con ello, la época de esplendor de Venecia.

¿De dónde provienen los plátanos?

   Mes tras mes los plátanos o bananas se pueden comprar en los mercados. Sin embargo, no hace mucho tiempo, muy pocas personas fuera de los países cálidos y lluviosos, donde este fruto crece, habían probado nunca un plátano. Los plátanos se descomponen rápidamente. No podían ser enviados a otros países hasta que hubo barcos lo bastante rápidos para llevarlos y con la capacidad de mantenerlos frescos a lo largo del viaje.
   Nuestros bananas vienen en su mayoría de América Central, las Indias Occidentales, y Hawaii. Se recogen verdes y se manejan con cuidado para que no se magullen. Después de llegar al mercado, a veces se maduran a propósito con productos químicos.
   Los plátanos crecen en un tipo de plantas altas del tamaño de árboles medianos. No son árboles de verdad, porque no tienen troncos leñosos. El tronco de una planta de plátano es una especie de tubo formado por las partes bajas de las enormes hojas de la planta. Flores amarillentas surgen en la parte superior de un vástago que crece a través del centro del tubo de hojas. Un racimo de plátanos se desarrolla de este grupo de flores. Una planta de banano produce sólo un racimo de plátanos en su vida.
   No todos los bananos son como los de los mercados de fruta. En África, los plátanos crecen hasta 60 cm de largo, tan grandes como el brazo de un hombre. Estos plátanos tienen que ser cocinados para que puedan ser comestibles.

Toronja o pomelo

   La toronja, llamada también pomelo o pampelmusa y pamplemusa, es el fruto de un árbol que pertenece a la misma familia que el naranjo y el limonero, y se presenta en el árbol en racimos, formados a veces por grupos de hasta 18 frutos. Por ello, es preciso muchas veces apun­talar las ramas para que no se rompan.
   La toronja tiene una historia interesante. Llevada a las Antillas y a la Florida por los españoles, al mismo tiempo que la naranja y el limón, sólo empezó a estimarse en América como fruto co­mestible a principios del siglo XX. El árbol es muy bello; sus hojas son de un verde obscuro bri­llante por encima y de un verde claro aterciopelado por debajo; sus flores blancas tienen un perfume muy fuerte y agradable, como las del naranjo.
   Durante mucho tiempo, se cultivó el árbol del toronjo en la Florida sólo como adorno. Sus frutos se considera­ban refrescantes y agradables; pero no se les ocurrió a los que lo cultivaban que pudieran tener valor co­mercial. No es, pues, de extrañar que el suelo situa­do debajo de esos árboles se cubriera de grandes toronjas jugosas que se pudrían al sol.

El Tamarindo


   La rara belleza del tamarindo, así como el valor comercial de las vainas de sus legumbres, hojas y madera han hecho que sea un árbol muy cultivado en los trópicos. El tamarindo alcanza una altura de 20 a 25 metros; sus ramas se extienden horizontalmente y están  cubiertas de follaje verde claro brillante, adornado con racimos de flores de color purpúreo o anaranjado.

   Los frutos del tamarindo son unas legumbres encorvadas de color pardo, de 6 a 15 centímetros de longitud, que contienen una pulpa ácida jugosa. Conservados en toneles, son embarcados en las Indias Orientales y Occidentales rumbo a los países europeos, en donde la pulpa se usa como laxante y para hacer bebidas refrescantes y helados; hervi­da con azúcar, se convierte en el tamarindo del comercio. En la India, se usan las semi­llas y las hojas para hacer una tinta o colorante, rojo o amarillo. El árbol del tamarindo proporcio­na una madera dura y fina, muy estimada en ebanistería. Generalmente, se cree que el África tropical oriental, desde Etiopía hasta Zambeze, es la región originaria del ta­marindo; sin embargo, ha sido extensamente cultivado en mu­chos otros países tropicales. Crece también con todo éxito en Florida, en las regiones tro­picales de México y en Amé­rica Central. En México, son realmente notables los tamarindos que circundan el Zócalo de Iguala, al que dan un bello aspecto por ser muy frondosos y de espeso ramaje.

   El tamarindo pertenece a la  familia de las leguminosas y al grupo de las cesalpiniáceas. Su nombre científico es Tamarindus indica. Sus hojas son pequeñas y pinnadas. Las flores, muy olorosas, se encuentran en racimos terminales;  tienen 4 sépalos,  3 pétalos y 3 estambres encorvados.