¿Cómo se forma el suelo?

Hay cuatro ingredientes básicos que están en la "receta" para hacer tierra: pequeños trozos de roca, plantas y animales en descomposición, agua y aire.

Cuando pequeños trozos de roca se desprenden de otros más grandes, forman la base de todo el suelo. Este resquebrajamiento puede producirse de varias maneras: a través de la acción de los glaciares empujando grandes rocas por el suelo; a través de la acción de productos químicos en el agua que corroen las rocas; a través de los cambios de temperatura que causan que el agua se congele en las rocas y que se abran grietas en éstas; a través de la fuerza del viento arrojando arena y guijarros contra las rocas, y mediante la acción de las raíces de las plantas que con el tiempo pueden resquebrajar aun las rocas más duras. Este material de roca se le llama material parental del suelo.

Cuando una planta o un animal muere, sus restos son atacados por las bacterias que los descomponen. Esta materia en descomposición se combina con el material parental y le proporciona al suelo muchos nutrientes necesarios para el crecimiento de nuevas plantas.

El agua y el aire llenan los espacios entre la tierra y la materia en descomposición que proveen lugares para que vivan los pequeños insectos del suelo y para que las raíces de las plantas crezcan.

¿Qué partes del mundo nunca han sido visitadas por el hombre?

A pesar de que los picos más altos han sido escalados y las más densas selvas han sido exploradas, todavía hay alrededor de 300.000.000 km cuadrados de área inexplorada en la Tierra. Estos kilómetros se encuentran en el fondo del océano, con sus valles sinuosos, altas montañas, cañones profundos y extensas llanuras.

En tierra firme, todavía hay algunas áreas remotas a las que sólo se puede llegar a pie. Algunos de estos lugares aún no explorados están en las montañas de Nueva Guinea, en las selvas de África y la cuenca del Amazonas.

También, están las regiones más frías  a las que les falta mucho para ser exploradas completamente. Sin embargo, estas regiones, como son la capa de hielo de Groenlandia, el noroeste de Siberia, y la Antártida, sólo pueden ser alcanzadas por equipos de perros.

¿Cómo se orientaban antiguamente los marinos?

   Para navegar es fundamental saber dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Los astrónomos griegos utilizaron el astrolabio por primera vez en 200 a. C. para determinar la posición del Sol y las estrellas. Mucho después, hacia 1470, ese aparato se convirtió en un sencillo útil de navegación para los marinos, que se servían de él para medir la altura del Sol y así calcular la latitud del barco (su posición al norte o al sur respecto al ecuador).
   No se sabe bien quien fue el inventor original del astrolabio. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo, como el Almagesto, ya describen su construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores como Hipatia (c. 370-†415 o 416) de Alejandría para mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el astrónomo Teón (c. 335-†c. 405), para hacer correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea (c.190 a. C.-†c.120 a. C.) ya construía astrolabios antes que Ptolomeo e Hipatia. Incluso se han encontrado vestigios de la cultura Sumeria, alrededor del 5000 a. C., que demuestran que los astrólogos sumerios ya lo utilizaban para calcular la posición de las estrellas. El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo Nacional de Kuwait. En el siglo VIII ya era ampliamente conocido en el mundo islámico. A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.
Continúa leyendo: Historia de los barcos...




.