Historia de los barcos

El hombre se ha servido de botes y de balsas desde mucho antes de los comienzos de la historia. Ahuecaba troncos de árbol o ataba varios troncos juntos. Poco a poco fue sintien­do la necesidad de construir embarcaciones más grandes. Fue ese el principio del arte de la construcción de buques. Experimentó el hombre con diversas formas de cascos. Los aprendió a hacer con muchas piezas y a unirlos con tanto in­genio que el agua no podía filtrarse. Mejoró los medios de impulsar y dirigir las naves.
barcos de remo
Los primeros barcos de los egipcios y más tarde de los griegos y de los romanos eran galeras. La galera tenía una vela muy grande y múltiples remeros, por lo común escla­vos, a ambos costados. Las ga­leras de combate tenían mayor número de remeros.
También los vikingos fue­ron grandes constructores de barcos. Naves como ésta cru­zaban el Atlántico varios si­glos antes de Colón.
En el Surpacífico, los po­linesios construían catamara­nes, canoas gemelas en las que podían viajar 200 personas. El mástil, la vela y la superestruc­tura se hallaban en una plata­forma que unía a las dos ca­noas. En sus catamaranes los polinesios surcaban el Océano Pacífico.
La edad de oro de los barcos de vela fue la de las goletas clíper. Los clípers llevaban el comercio a todo el mundo Al­gunos solían recorrer hasta 400 millas náuticas por día.
El junco chino es un bar­co de vela cuyo diseño ha sido el mismo desde hace muchos siglos. Son de poco calado, de manga ancha y de velamen fá­cil. Los juncos todavía se em­plean hoy en día para pescar, comerciar y vivir.
El Clermont fue el primer vapor que tuvo éxito.
Los primeros barcos propulsados exclusivamente por vapor fueron los de paletas.
Actualmente, los barcos propulsados con energía nuclear pueden dar la vuelta al mundo sin reabastecerse de combustible.