En 1712 el inglés Thomas Newcomen inventó el primer motor o máquina de vapor. El motor quemaba carbón para producir vapor, que accionaba unas bombas para achicar el agua de las minas.
Unos años después, en 1769 el ingeniero escocés James Watt mejoró el motor de Newcomen. En el motor de Watt, el vapor se introducía en un cilindro y empujaba un pistón. Después, se condensaba con un chorro de agua fría, lo que provocaba un vacío que hacía que el pistón bajara de nuevo. El movimiento alternativo del pistón podía accionar una bomba o un basculante para mover todo tipo de maquinaria.
¿De dónde provienen los nombres de los planetas?
Sabemos que hay nueve planetas (bueno... sólo ocho). Pero en los tiempos antiguos, la gente sabía únicemente de seis: la Tierra y los cinco planetas que pueden verse sin telescopio.
Venus, el planeta más brillante del cielo, fue nombrado así en honor a la diosa romana del amor y la belleza.
Mercurio, el planeta más rápido en su movimiento, fue nombrado en honor al veloz mensajero de los dioses.
Marte era el nombre del dios romano de la guerra.
Saturno era el nombre del dios romano de la agricultura.
Júpiter, el planeta más grande, tomó su nombre del dios principal de los romanos.
El planeta Urano no fue descubierto sino hasta 1781, y originalmente fue llamado Georgium, en honor al rey Jorge III, que gobernaba Inglaterra en ese momento. Pero pronto se decidió que, puesto que todos los otros planetas tenían nombres de dioses antiguos, el nuevo planeta también. Fue nombrado en honor del dios griego del cielo.
El siguiente en ser descubierto fue Neptuno, en 1846. Originalmente fue llamado en honor de Leverrier, la persona que lo descubrió, pero más tarde al planeta se le dio el nombre del dios romano del mar.
Y Plutón (el antes noveno planeta y hoy "planetoide"), descubierto en 1930, fue nombrado en honor al dios romano de los muertos.
Venus, el planeta más brillante del cielo, fue nombrado así en honor a la diosa romana del amor y la belleza.
Mercurio, el planeta más rápido en su movimiento, fue nombrado en honor al veloz mensajero de los dioses.
Marte era el nombre del dios romano de la guerra.
Saturno era el nombre del dios romano de la agricultura.
Júpiter, el planeta más grande, tomó su nombre del dios principal de los romanos.
El planeta Urano no fue descubierto sino hasta 1781, y originalmente fue llamado Georgium, en honor al rey Jorge III, que gobernaba Inglaterra en ese momento. Pero pronto se decidió que, puesto que todos los otros planetas tenían nombres de dioses antiguos, el nuevo planeta también. Fue nombrado en honor del dios griego del cielo.
El siguiente en ser descubierto fue Neptuno, en 1846. Originalmente fue llamado en honor de Leverrier, la persona que lo descubrió, pero más tarde al planeta se le dio el nombre del dios romano del mar.
Y Plutón (el antes noveno planeta y hoy "planetoide"), descubierto en 1930, fue nombrado en honor al dios romano de los muertos.
¿El planeta Mercurio está siempre caliente?
Mercurio es el planeta más cercano al Sol, a menos de la mitad de distancia de la Tierra a nuestra estrella central. Se podría pensar que las temperaturas en Mercurio son muy calientes. Pero curiosamente, ¡algunas partes del planeta está mucho más frías que la Tierra!
Al igual que todos los planetas, Mercurio gira sobre su propio eje, de modo que un lado del planeta está frente al Sol y el otro lado está en oscuridad. El lado que mira al Sol puede llegar a tener temperaturas de más de 350 °C.
Pero Mercurio no tiene atmósfera para guardar este calor. Por eso, cuando en Mercurio va anocheciendo, el ambiente rápidamente se va enfriando.
En el lado oscuro de Mercurio, las temperaturas pueden bajar hasta –170 °C, ¡más frío que en cualquier lugar de la Tierra!
Al igual que todos los planetas, Mercurio gira sobre su propio eje, de modo que un lado del planeta está frente al Sol y el otro lado está en oscuridad. El lado que mira al Sol puede llegar a tener temperaturas de más de 350 °C.
Pero Mercurio no tiene atmósfera para guardar este calor. Por eso, cuando en Mercurio va anocheciendo, el ambiente rápidamente se va enfriando.
En el lado oscuro de Mercurio, las temperaturas pueden bajar hasta –170 °C, ¡más frío que en cualquier lugar de la Tierra!
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