Tradicionalmente, las vacunas de refuerzo se han administrado todos los años a lo largo de la vida del perro para asegurar una protección continua. Sin embargo, en los últimos años se ha cuestionado la necesidad de una revacunación anual. Algunos datos indican que después del primer año de vida, la inmunidad dura lo suficiente como para que las vacunas de refuerzo se necesiten sólo cada pocos años. Sin embargo, el debate continúa. Su veterinario estará al tanto de los hallazgos más recientes y podrá aconsejarle sobre el mejor programa de vacunación para su mascota.
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