Los chinos empezaron a utilizar palomas mensajeras para entregar correo desde los 1000 A.C. Pero el primer uso de palomas a gran escala para repartir el correo en tiempos modernos ocurrió en París durante la década de 1870.
Cuando Francia y Prusia estaban en guerra, y los prusianos había rodeado la ciudad de París. Por muchos meses los parisinos no pudieron hacer nada, incluyendo el repartir correo, o entrar o salir de la ciudad.
Pero los franceses encontraron una manera ingeniosa de que funcionara el sistema postal. El correo era enviado a los compatriotas fuera de París por medio de globos de aire caliente, como también por centenares de palomas mensajeras.
Las cartas que eran enviadas a París primero eran convertidas en fotografías, por lo tanto eran las películas o negativos dentro de pequeños frascos, aproximadamente 30.000 de ellos, los que se enviaban.
Estos frascos era atados a las palomas, y éstas se dirigían a París. Treinta y cinco palomas llevaban las mismas cartas, de modo que en caso de que cualesquiera fuera herida por el enemigo, por lo menos una alcanzara París.
En París, la película era proyectada en una pantalla, y las cartas se copiaban a mano para ser entregadas a los hogares de la ciudad.
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