El ingeniero agrónomo

   La alta cualificación que adquiere el ingeniero agrónomo, particularmente en biología, lo capacita para ocupar cargos técnicos y administrativos en las grandes explotaciones agrícolas.
   El ingeniero agrónomo, a menos que dirija su propia explotación, solo puede encontrar trabajo en una gran empresa agrícola, en un centro de investigación o en una dependencia del Ministerio de Agricultura. Se trata de una profesión muy prometedora. La evolución de la agricultura lleva a una selección de la mano de obra y a un aumento del número de ingenieros y técnicos. Su intervención ha permitido cultivar nuevas tierras, mejorar los procedimientos de cultivo, seleccionar nuevas especies de plantas y animales, y duplicar los rendimientos, sobre todo en los países subdesarrollados. Al igual que el industrial, el ingeniero agrónomo no limita su actividad a la producción, sino que también organiza, coordina, dirige y se especializa.

El trabajo del consejero juridico

   Los abogados, procuradores y consejeros jurídicos conocen a la perfección las leyes y reglamentos; por ello, tanto empresas como particulares buscan su colaboración cuando deben resolver algún problema legal.
   El consejero jurídico, hombre de leyes, ejerce una profesión liberal. La legislación es muy compleja y los consejeros jurídicos deben especializarse en un sector legal bien determinado: seguros, accidentes, problemas fiscales, seguridad social, contratos, litigios, cuestiones financieras, problemas laborales, etcétera. Cuando un cliente le consulta un problema, el consejero jurídico examina el caso, reúne la documentación necesaria, investiga casos similares que se hayan producido anteriormente, tiene en cuenta todas las soluciones posibles y, finalmente, sugiere la solución que le parece más adecuada. La variedad de temas que debe abordar el consejero hace que su trabajo sea una función viva.

¿Qué hace el consejero fiscal?

   El consejero fiscal es un consejero jurídico especializado en cuestiones de impuestos. Puede ejercer su actividad en el marco de una gran empresa o instalar su propio despacho.
   La actividad del consejero fiscal no se limita a redactar, para los contribuyentes, las declaraciones de impuestos directos. La compleja legislación fiscal esta adaptada a las diversas profesiones y sectores de actividad. El consejero fiscal informa a sus clientes, o a los directivos de la empresa en que presta sus servicios, acerca de sus derechos y de sus obligaciones, les indica las disposiciones legales que se aplican a su caso y les permite establecer un presupuesto provisional y llevar sin sorpresas su contabilidad. Sus consejos abarcan toda la gama de impuestos: la seguridad social, los derechos de aduana, el tráfico de empresas, etc. Los consejeros fiscales son poco numerosos. Su función exige gran experiencia e impone una permanente información, ya que las leyes fiscales cambian frecuentemente.