El consejero fiscal es un consejero jurídico especializado en cuestiones de impuestos. Puede ejercer su actividad en el marco de una gran empresa o instalar su propio despacho.
La actividad del consejero fiscal no se limita a redactar, para los contribuyentes, las declaraciones de impuestos directos. La compleja legislación fiscal esta adaptada a las diversas profesiones y sectores de actividad. El consejero fiscal informa a sus clientes, o a los directivos de la empresa en que presta sus servicios, acerca de sus derechos y de sus obligaciones, les indica las disposiciones legales que se aplican a su caso y les permite establecer un presupuesto provisional y llevar sin sorpresas su contabilidad. Sus consejos abarcan toda la gama de impuestos: la seguridad social, los derechos de aduana, el tráfico de empresas, etc. Los consejeros fiscales son poco numerosos. Su función exige gran experiencia e impone una permanente información, ya que las leyes fiscales cambian frecuentemente.