Los mozárabes

   Mozárabes es el nombre dado a los cristianos españoles que, si bien profundamente influidos por la civilización islámica, vivieron entre los moros sin abjurar la fe católica durante los siglos de predominio musulmán en la Península Ibérica. La voz "mozárabe" proviene del arabe musta'rab, arabizado.
   Constituían estos cristianos arabizados los restos de la antigua burguesía hispano-visigoda que permanecieron en medio de sus conquistadores mahometanos formando barrios o comunidades separadas con cierta medida de autonomía, ya que contaban con condes y jueces propios. Desde principios del siglo VIII, de acuerdo con los pactos de capitulación suscritos con los invasores musulmanes, podían regirse por el derecho visigótico, aunque se hallaban sujetos al pago de un impuesto personal además de otro territorial. Por otra parte conservaron, si bien mediatizadas, su organización y jerarquía eclesiástica, cosa que les permitió resistir los intentos de asimilarlos a la sociedad mahometana efectuados por las autoridades árabes durante siglo y medio; la perseverancia de los mozárabes en las creencias cristianas los llevó al cabo al martirio durante los reinados de los emires cordobeses Abderraman II y Mohamed I y estímulo entre ellos rebeliones contra el yugo islámico.
   En arquitectura los cristianos arabizados dejaron en España bellos templos en cuyo estilo. de raíces hispanovisigodas, se encuentra marcada influencia musulmana. Sobresalieron, además. en el arte de la iluminación de manuscritos. y entre sus escritores. que se expresaron principalmente en latín, destacan el abad cordobés Esperaindeo y su discípulo San Eulogio (? -859), el cual es autor de una importante obra, el Memoriabile Sanctorum, que está entre las mejores fuentes para el estudio de la vida y costumbres de los mozárabes de la época.
   Desde las postrimerías del siglo IX hasta el X, a raíz de recrudecerse en la España musulmana la persecución del cristianismo, muchos mozarábes emigraron al N.de España llevando las diversas manifestaciones de su cultura y la liturgia religiosa del llamado rito mozárabe, que se conserva en las catedrales de Toledo y Salamanca.

¿Cómo trabaja un micrófono?

   Los micrófonos permiten obtener corrientes eléctricas variables a partir de ondas sonoras. El más utilizado sigue siendo el micrófono de carbón (equipa todos los aparatos telefónicos), en el que la resistencia eléctrica de los granos de carbón varía cuando vibra una membrana por efecto del sonido.
   En radiodifusión se utilizan otros tipos de micrófonos. Entre ellos cabe citar: el micrófono electrostático, constituido por una armadura fija y un diafragma metálico, y que actúa por variación de la capacidad; el micrófono electrodinámico, en el que un conductor, puesto en movimiento por las ondas sonoras, vibra dentro de un intenso campo magnético y es recorrido entonces por una corriente inducida cuyas variaciones corresponden al del sonido; el micrófono piezoeléctrico, de cristal de cuarzo. El micro se ha convertido en un órgano particularmente reverenciado, y los constructores le han conferido una exquisita sensibilidad, una fidelidad perfecta.
   Un micrófono es direccional cuando su respuesta presenta un máximo acentuado para una o varias direcciones de la onda acústica incidente. Es omnidireccional cuando su respuesta es independiente de la dirección en la que le llega la onda sonora. Los médicos disponen de micrófonos especiales para estudiar los latidos del corazón o para auscultar los pulmones y los bronquios.

¿Cómo funciona un altavoz?

   Puede que sea superfluo explicar el papel del altavoz -su nombre ya es de por si muy explicito—; pero no lo es explicar como lo lleva a cabo.
   Es un aparato que convierte las variaciones de una corriente eléctrica en sonidos audibles, que pueden estar destinados a un publico numeroso. Funcionan, por tanto, a la inversa del micrófono, el cual convierte los sonidos audibles en variaciones de la corriente eléctrica. Sin embargo, esto no significa que sea su equivalente simétrico, ya que está provisto de órganos particulares que justifican el adjetivo "alta".