Es algo que han demostrado científicos de la Universidad de Wisconsin, en Madison (EE.UU.), después de observar el fenómeno en las patas de corderos: que el 90 por ciento del crecimiento de los huesos se produce mientras los animales están durmiendo o en reposo. Esto se debe a que las placas de crecimiento -el tejido cartilaginoso que se encuentra en los extremos de los huesos de los animales jóvenes y que gradualmente se convierte en tejido óseo- se comprimen al caminar o mantenerse de pie, algo que no ocurre cuando se está tumbado.