A veces corre tanta agua en el cauce de un río, que no puede contenerse dentro de sus límites naturales y se desborda, anegando las tierras vecinas. A esto se le llama inundación.
Las inundaciones causan muchos daños. Las aguas arrastran consigo casas, puentes y animales. Mucha gente puede ahogarse, las cosechas se pierden y las aguas se llevan la tierra buena.
Las inundaciones a lo largo de los ríos casi siempre ocurren a principios de la primavera, después de algunos días calurosos. El agua de los deshielos corre por los ríos en cantidades mayores de las que estos pueden contener. Las inundaciones también pueden producirse después de varios días de lluvia pertinaz.
A veces ocurren inundaciones repentinas después de una lluvia torrencial. Generalmente, el servicio meteorológico puede advertir a los habitantes de una región para que se preparen contra las inundaciones, pero no puede prever las repentinas.
La tala de los bosques favorece los desbordamientos de los ríos. El agua corre más rápidamente, formando arroyos en las pendientes desnudas, que en las pendientes cubiertas de árboles.
También el mar, a veces, "crece" e invade la tierra, inundándola. Una gran tormenta o un sismo submarino pueden levantar las aguas y hacerlas cubrir una extensión considerable de tierra. Otra causa de las inundaciones es la ruptura de los diques que se encuentran a lo largo de las costas.
Orfebre
El orfebre fabrica objetos de metal, preciosos o no, que tienen una utilización práctica en la casa —para la decoración, la vajilla o el aseo— o que sirven para las ceremonias culturales en las iglesias.
La orfebrería fina suele ser de artesanía; en cambio, la de fantasía acostumbra estar industrializada. Las técnicas que se emplean en este trabajo son varias, además de muy complejas. Por ejemplo, los cubiertos que utilizamos para comer deben ser fundidos antes de pasar al troquelado y al grabado. Las vajillas de plata u oro, los accesorios de tocador, los artículos de fumador y las copas deportivas son modelados con el martillo del planador o con el torno del repujador. Los motivos decorativos realizados por el cincelador-fundidor son mas tarde soldados. Todas estas especialidades exigen dotes naturales y un duro aprendizaje; además, hay pocas posibilidades para establecerse por cuenta propia.
La orfebrería fina suele ser de artesanía; en cambio, la de fantasía acostumbra estar industrializada. Las técnicas que se emplean en este trabajo son varias, además de muy complejas. Por ejemplo, los cubiertos que utilizamos para comer deben ser fundidos antes de pasar al troquelado y al grabado. Las vajillas de plata u oro, los accesorios de tocador, los artículos de fumador y las copas deportivas son modelados con el martillo del planador o con el torno del repujador. Los motivos decorativos realizados por el cincelador-fundidor son mas tarde soldados. Todas estas especialidades exigen dotes naturales y un duro aprendizaje; además, hay pocas posibilidades para establecerse por cuenta propia.
¿Qué trabajo realiza el engastador?
Los objetos de adorno cuyo elemento decorativo está constituido esencialmente por diamantes, piedras preciosas o perlas finas, engastadas en una montura de metal, son obra de los engastadores.
El engastador da forma a la montura metálica, que generalmente es muy sobria, Las técnicas empleadas son análogas a las del joyero: apresto, torneado, calado y soldadura. El engaste es la parte delicada del trabajo. Se efectúa a mano, con broca y con buril. Las piezas que hay que engastar poseen siempre gran valor. La fijación, ya sea aljofarada, sentada o perlada, ha de ser segura, para evitar cualquier riesgo, pero lo suficientemente discreta para dejar que la luz juegue sobre las facetas de los diamantes y se irise sobre las perlas. Al igual que el joyero, el engastador puede especializarse en las cadenas, los anillos o el esmalte de joyas. El obrero puede convertirse en jefe de taller o incluso llegar a establecerse por su cuenta.
El engastador da forma a la montura metálica, que generalmente es muy sobria, Las técnicas empleadas son análogas a las del joyero: apresto, torneado, calado y soldadura. El engaste es la parte delicada del trabajo. Se efectúa a mano, con broca y con buril. Las piezas que hay que engastar poseen siempre gran valor. La fijación, ya sea aljofarada, sentada o perlada, ha de ser segura, para evitar cualquier riesgo, pero lo suficientemente discreta para dejar que la luz juegue sobre las facetas de los diamantes y se irise sobre las perlas. Al igual que el joyero, el engastador puede especializarse en las cadenas, los anillos o el esmalte de joyas. El obrero puede convertirse en jefe de taller o incluso llegar a establecerse por su cuenta.
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