Los objetos de adorno cuyo elemento decorativo está constituido esencialmente por diamantes, piedras preciosas o perlas finas, engastadas en una montura de metal, son obra de los engastadores.
El engastador da forma a la montura metálica, que generalmente es muy sobria, Las técnicas empleadas son análogas a las del joyero: apresto, torneado, calado y soldadura. El engaste es la parte delicada del trabajo. Se efectúa a mano, con broca y con buril. Las piezas que hay que engastar poseen siempre gran valor. La fijación, ya sea aljofarada, sentada o perlada, ha de ser segura, para evitar cualquier riesgo, pero lo suficientemente discreta para dejar que la luz juegue sobre las facetas de los diamantes y se irise sobre las perlas. Al igual que el joyero, el engastador puede especializarse en las cadenas, los anillos o el esmalte de joyas. El obrero puede convertirse en jefe de taller o incluso llegar a establecerse por su cuenta.