¿Cómo se orientaban antiguamente los marinos?

   Para navegar es fundamental saber dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Los astrónomos griegos utilizaron el astrolabio por primera vez en 200 a. C. para determinar la posición del Sol y las estrellas. Mucho después, hacia 1470, ese aparato se convirtió en un sencillo útil de navegación para los marinos, que se servían de él para medir la altura del Sol y así calcular la latitud del barco (su posición al norte o al sur respecto al ecuador).
   No se sabe bien quien fue el inventor original del astrolabio. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo, como el Almagesto, ya describen su construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores como Hipatia (c. 370-†415 o 416) de Alejandría para mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el astrónomo Teón (c. 335-†c. 405), para hacer correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea (c.190 a. C.-†c.120 a. C.) ya construía astrolabios antes que Ptolomeo e Hipatia. Incluso se han encontrado vestigios de la cultura Sumeria, alrededor del 5000 a. C., que demuestran que los astrólogos sumerios ya lo utilizaban para calcular la posición de las estrellas. El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo Nacional de Kuwait. En el siglo VIII ya era ampliamente conocido en el mundo islámico. A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.
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¿Cuándo se inventó la brújula?

La Tierra actúa como un imán gigante, con polos norte y sur magnéticos. Así, la aguja imantada de una brújula se alinea siempre en positión norte-sur. Es probable que Ias primeras brújulas magnéticas con aguja colgante fueran usadas por marinos chinos hacia 1100 d. C. Esas brújulas hicieron posible recorrer grandes distancias por el océano. Las brújulas modernas tienen dos o más agujas magnéticas que giran sobre un pivote central dentro de un recipiente lleno de líquido.

A mediados del siglo XX la brújula magnética comenzó a ser sustituida -principalmente en aeronaves- por la brújula giroscópica y que actualmente los giróscopos de tales brújulas están calibrados por haces de láser.

En la actualidad la brújula está siendo reemplazada por sistemas de navegación más avanzados y completos, que brindan más información y precisión; sin embargo, aún es muy popular en actividades que requieren alta movilidad o que impiden, debido a su naturaleza, el acceso a energía eléctrica, de la cual dependen los demás sistemas.

¿Cuál es el punto más elevado y el más bajo en la Tierra?

La cima del monte Everest en el Himalaya, en la frontera entre Tíbet y Nepal, es el lugar más alto sobre la Tierra. El Everest se eleva 8.848 metros sobre el nivel del mar.

Hubo muchos intentos para escalar el Monte Everest desde 1921, pero no fue sino hasta 1953, y después de que once hombres habían muerto, que la cima del Everest fue conquistada por fin. La hazaña fue lograda por Sir Edmund Hillary, un escalador de montaña de Nueva Zelanda, y Tenzing Norgay, un miembro de una tribu de Nepal.

El punto más bajo de la Tierra fuera del oceáno es la zona que rodea el Mar Muerto en Oriente Medio entre Israel y Jordania. Esa área está 422 metros bajo el nivel del mar, y es en realidad el fondo de la más profunda falla, o ruptura de la corteza terrestre.

Pero si quieres saber el lugar más profundo de la Tierra, este sería un punto en el Océano Pacífico Occidental cerca de las Islas Marianas. Sondeos de radar realizados en 1951 mostraron que el fondo del océano de la Fosa de las Marianas tenía una profundidad de casi 11 km (11,034 metros si tenemos en cuenta mediciones posteriores más precisas). Para comprender mejor cuán profundo es esto, basta con imaginar que si el monte Everest se pusiera en el suelo marino de esta gran fosa, su punto más alto todavía se encontraría más de 2 km bajo el agua.

Sin embargo, la montaña más alta del mundo, incluso más alta que el monte Everest, es el Mauna Kea en Hawai, una montaña submarina que se eleva 6.000 metros desde el fondo marino hasta la superficie del agua y después otros 4.205 m sobre el nivel del mar.