¿Por qué no podemos beber agua del mar?


El agua dulce es necesaria para la vida humana, porque disuelve los nutrientes que ingerimos y los lleva a través de nuestro cuerpo en los procesos de digestión y absorción. El agua dulce también ayuda a regular la temperatura corporal.

No podemos beber agua del mar por dos razones. En primer lugar, la cantidad de bacterias puede ser demasiado alta para nuestra salud. El segundo motivo y más importante es que el contenido de sal en el agua del mar (alrededor de un cuarto de libra de sal por cada galón de agua) es demasiado grande para ser procesada por el cuerpo humano.

A pesar de que una cierta cantidad de sal es necesaria para las células del cuerpo para que este se mantenga saludable, un exceso conduce a la deshidratación y la muerte.

¿Cómo se forman los glaciares?


   Las enormes masas de hielo que fluyen lentamente sobre la tierra son lo que llamamos glaciares. Se forman en las altas montañas y en las regiones polares, donde grandes cantidades de nieve se acumulan y se congelan hasta formar hielo.
   La nieve cae en estos lugares durante el invierno, pero no toda ella se derrite en el verano. La nieve restante se acumula año tras año en capas. Esta nieve caída con el tiempo cambia su estructura ya que la evaporación y recondensación del agua causan la recristalización para formar granos de hielo más pequeños, espesos y de forma esférica. A este tipo de nieve recristalizada se la conoce como neviza. A medida que la nieve se va depositando y se convierte en neviza, las capas inferiores son sometidas a presiones cada vez más intensas. Cuando las capas de hielo y nieve tienen espesores que alcanzan varias decenas de metros, el peso es tal que la neviza empieza a desarrollar cristales de hielo más grandes.
   La enorme presión sobre los cristales de hielo hace que éstos tengan una deformación plástica, cuyo comportamiento hace que los glaciares se muevan lentamente bajo la fuerza de la gravedad como si se tratase de un enorme flujo de tierra.
   El glaciar más grande del mundo, el Glaciar Lambert en el Territorio Antártico Australiano, tiene 40 millas de ancho y 320 millas de largo.
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¿Todos los copos de nieve se parecen?

La nieve es en realidad vapor de agua que se ha congelado en las nubes en cristales hexagonales de hielo. Estos cristales de hielo aparecen de color blanco y no transparentes como el agua, porque todos los lados de estos pequeños cristales que forman los copos de nieve reflejan la luz.

Lo sorprendente es que, aunque miles de millones de copos caen en una tormenta de nieve, ¡no hay dos copos que tengan exactamente el mismo diseño! Su tamaño varía también, dependiendo de la temperatura. Cuanto más frío haya, menor es el copo de nieve. En un clima más cálido, algunos copos de nieve alcanzan más de una pulgada de ancho.

Debido a que pequeñas plantas microscópicas se pueden mezclar con la nieve después de que ha caído, hay lugares en Groenlandia y en el Ártico que llegan a tener ¡nieve roja y verde en el suelo!