No podemos beber agua del mar por dos razones. En primer lugar, la cantidad de bacterias puede ser demasiado alta para nuestra salud. El segundo motivo y más importante es que el contenido de sal en el agua del mar (alrededor de un cuarto de libra de sal por cada galón de agua) es demasiado grande para ser procesada por el cuerpo humano.
A pesar de que una cierta cantidad de sal es necesaria para las células del cuerpo para que este se mantenga saludable, un exceso conduce a la deshidratación y la muerte.