Para empezar, la NASA y otros organismos internacionales rastrean todos los asteroides de tamaño peligroso y hasta ahora (afortunadamente) no hay ninguno que lleve a una colisión en el futuro cercano con la Tierra.
Sin embargo, si de repente uno aparece de la nada, no tenemos mucho para defendernos. Lo más cercano que tenemos son las armas anti satélite. Los cuales se usan para volar satélites y probablemente a lo sumo causarían un rasguño en el asteroide.
Generalmente tenemos dos estrategias para tales eventualidades:
- Volar el asteroide y romperlo en pedazos demasiado pequeños para que dejen de ser peligrosos. Esto, sin embargo, es muy difícil de lograr ya que los asteroides son esencialmente roca sólida flotante. Además, si vuelas un asteroide, podría simplemente volver a ensamblarse debido a su gravedad.
- Retrasar o desviar el asteroide de tal manera que ya no se cruce con la Tierra. Esto se hace mediante explosiones o colisiones calculadas para mover el asteroide en una dirección determinada. Este método toma mucho tiempo para preparar ya que muchos factores necesitan ser calculados y un pequeño error puede estropearlo todo.