¿Cómo se rastrean los asteroides?



    Los objetos en el Sistema Solar se detectan mirando la misma parte del cielo (en relación con las estrellas de fondo) varias noches consecutivas. Si un punto brillante se mueve (de nuevo, en relación con las estrellas de fondo) comenzamos a verlo durante un largo período de tiempo (meses, años). Basándonos en su trayectoria a través del cielo nocturno, velocidad, brillo podemos estimar su distancia y órbita alrededor del Sol u otro objeto del Sistema Solar. Muchas organizaciones como la NASA mantienen un catálogo de objetos observados y la información sobre ellos (órbita, magnitud, tamaño estimado, masa estimada, densidad estimada, posible composición).
   Si parece que la órbita del supuesto asteroide lo llevará cerca de la Tierra, entonces normalmente se dedica más tiempo a la observación en telescopios grandes. Más observación significa una mejor comprensión de su órbita y de la masa y composición estimadas. La masa y la composición son los dos factores principales que determinan el poder destructivo potencial. La mayoría de los objetos son metálicos (Hierro/Níquel), rocosos (silicatos) o de hielo (agua u otros hielos). Los objetos metálicos son más densos y probablemente llegarían más lejos a través de la atmósfera antes de romperse que un objeto helado.