El avión no tiene ni la forma ni la potencia que le permita alejarse suficientemente de la Tierra para llegar hasta el espacio exterior. Algunos cohetes lo consiguen porque están construidos especialmente para ello.
El hombre siempre ha soñado con imitar a los pájaros, que vuelan por los aires. Las alas de éstos son al mismo tiempo el motor que los hace avanzar y el plano que los sostiene. Los aviones tienen un motor y alas. Pero no pueden alcanzar determinada altura, donde el aire es tan escaso que ya no los sostiene. Por encima de diez o quince kilómetros, el avión moderno encuentra una especie de techo: de ahí que no pueda abandonar la atmósfera terrestre. Pero el cohete, con alas o sin ellas, gracias a su forma y a su motor de reacción, está construido para desplazarse donde no hay aire.