A pesar de que ellas son las que siguen atrayendo a más niños y jóvenes en las ferias, las populares norias (estrellas, ruedas de la fortuna, etc.) de los parques de diversiones ya tienen más de un siglo. La primera de todas fue ideada y construida por el arquitecto George Washington Gale Ferris (de aquí su nombre en inglés de "Ferris Wheel" o "rueda de Ferris") para su presentación en la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893. La rueda gigantesca buscaba competir con otra invención de metal de la época: la torre Eiffel, que se había dado a conocer en París durante la Exposición Universal inaugurada tres años antes. Llamada en aquel tiempo "Great Wheel", el aparato de Ferris era una monstruosa armazón de metal con 36 carros para 60 personas, costó 385.000 dólares y tenía 80 m (264 pies) de altura con 76 m (250 pies) de diámetro. Años después, la rueda de Ferris, que había caído en el olvido, pues era muy cara de mantener, fue vendida como material de chatarra por la suma irrisoria de 1.800 dólares. Pero la idea no cayó en el olvido: a principios del siglo XX se presentó por primera vez en Jacksonville, Florida, una nueva rueda desarmable y transportable de 14 m (45 pies) de altura, que ha servido de modelo para las que tenemos en nuestros días.
La Singapore Flyer es la noria mirador más alta del mundo (hasta la apertura de la "gran rueda de Pekín" en 2012), de 165 metros de altura y está situada en Singapur. Fue abierta al público el 1 de marzo de 2008.