El agua mineral proviene de fuentes profundas en el suelo, y contiene grandes cantidades de sales minerales o gases.
En algunas partes el agua mineral se parece al agua corriente, pero en otros lugares el agua es burbujeante como un refresco o gaseosa. A esta se le conoce como agua carbonatada, ya que estas burbujas son burbujas de gas de dióxido de carbono.
Estas burbujas se forman cuando la piedra caliza está presente en la tierra donde se originan los manantiales de aguas minerales. Lo que sucede es que el agua reacciona con la piedra caliza y forma gases de dióxido de carbono. Pero la presión subterránea evita que el gas se escape, y permanece en el agua.
Sin embargo, cuando el agua brota de la tierra - o lo hace de una botella sellada - las burbujas de dióxido de carbono suben a la superficie del agua y escapan en el aire.
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