Las pinturas de Lascaux



   El abate Breuil, célebre especialista en prehistoria francés, exploró y dio a conocer, en 1940, la gruta de Lascaux, que se adentra en el flanco de la meseta que domina el Vezere, río del sudoeste del Macizo Central galo.
   La gruta de Lascaux es uno de los mas importantes monumentos prehistóricos. En efecto, en sus paredes rocosas existen mas de seiscientos dibujos y grabados realizados, hace veinte mil años, por los hombres paleolíticos que vivían en la zona. La mayor de sus salas (de 30 metros de longitud, 10 de anchura y 7 de altura) posee un friso de gigantescas pinturas de animales (toros, caballos, bisontes, uros, etc.) y muchas otras riquezas. Sin embargo, en 1963 hubo que suspender las visitas turísticas a la cueva: el aire, la luz y las bacterias amenazaban con destruir en pocos años tesoros que se han conservado perfectamente, gracias a la oscuridad y el aire enrarecido, durante veinte mil años.

El Fausto de Goethe


   Todos saben que en otros tiempos se creyó que los hombres podían pactar con el diablo. Durante la Edad Media y la Edad Moderna, muchas personas de toda condición —hombres y mujeres — fueron acusados de haber pactado con el demonio, ofreciéndole a cambio su alma, que es el único precio que aquel establece a cambio de sus favores. De entre todos los pactos demoniacos, sin embargo, pocos tan célebres como el que un anciano y orgulloso sabio, ávido de conocimientos, celebró con el diablo encarnado en Mefistófeles. Dicho pacto y sus consecuencias sirven de argumento a la inmortal obra Fausto, escrita por Goethe.
   Fausto, tras su acuerdo con el diablo, rejuvenece. Mefistófeles le ofrece todos los placeres, pero Fausto los rechaza. El diablo le conduce entonces ante Margarita, bellísima muchacha de la que Fausto se enamora al instante, exigiendo al diablo que haga que ella le corresponda. Mefistófeles consigue lo que Fausto le solicita, pero los acontecimientos se suceden de tal forma que Fausto se siente luego profundamente arrepentido. Margarita muere y su alma asciende al cielo, llevándose consigo el alma del arrepentido Fausto, que supo resistir las nuevas tentaciones que le sugirió el diablo.
   El Fausto de Goethe no constituye únicamente una de las obras maestras de la literatura mundial de todos los tiempos, sino también el símbolo del ansia humana hacia el infinito.
   Johann Wolfgang Goethe nació en Frankfurt en 1749. En 1775 se trasladó a la corte de Weimar, donde falleció en 1832, rodeado de fama y prestigio universales. Además de Fausto, escribió otra gran obra: Las desventuras del joven Werther.

¿Quién fue Guillermo Tell?


   Al ocupar el trono germánico Rodolfo de Habsburgo, en 1273, Suiza formaba parte del imperio alemán. Los campesinos suizos, deseosos de liberar a su nación, formaron una coalición entre los cantones o provincias de Uri, Unterwalden y Schwyz (1291), que habría de ser el germen de la Confederación Suiza. La lucha de los cantones contra los Habsburgo esta simbolizada en Guillermo Tell. Schiller, el gran poeta alemán, se inspiró en este legendario personaje, que personifica la rebelión helvética, para escribir el famoso drama que lleva el mismo nombre del héroe suizo. He aquí, a grandes rasgos, su argumento:
   El pueblo suizo vive bajo la férrea dictadura de Gessler, déspota austriaco. Guillermo Tell, un cazador, se consagra a salvar la vida de los perseguidos injustamente por el tirano.
   La situación se hace tan irresistible, que los tres cantones o provincias suizas se unen en conjuración. Gessier, sin embargo, comete otro acto de despotismo: ordena colocar su sombrero en una pica clavada en el centra de la plaza. Todas las personas que pasen por allí deben arrodillarse ante el sombrero y saludarlo.
   En cierta ocasión, Guillermo Tell y su hijo Walter cruzan ante la pica sin hacer, por ignorarlo, el saludo de rigor. Guillermo Tell es detenido, y Gessler, como castigo, le ordena que demuestre su habilidad como arquero disparando una flecha a la manzana puesta sobre la cabeza del pequeño Walter. Tell implora clemencia al tirano, pero Gessler no perdona. El cazador realiza la proeza y, sin embargo, es encerrado en la prisión.
Para conducirlo hasta la cárcel, han de atravesar un lago. Se desencadena una tormenta y Tell, para salvar a la tripulación, debe tomar el timón de la barca. La conduce a tierra y, amparándose en las sombras de la noche, huye.
   A partir de ese día, Guillermo Tell se convierte en el más temible rebelde de toda Suiza. En cierta ocasión sorprende a Gessler y le mata de un flechazo. Suiza recupera entonces su independencia...
   Schiller perteneció al movimiento Sturm und Drang, que constituía una réplica a la tiranía social que en su época imperaba en todos los ducados alemanes. Aparte de Guillermo Tell, tema que sirvió de motivo para una ópera de Rossini, Schiller escribió Los bandidos, Don Carlos, Maria Estuardo, etc. Compuso también sonoros y elocuentes poemas, entre ellos el Canto a la alegria, cuyo texto fue utilizado por Beethoven en la Novena sinfonía.
   Friedrich Schiller nació en la ciudad alemana de Marbach en 1759. Falleció en 1805. Después de Goethe, esta considerado como la mas importante figura de la literatura alemana.