¿Cuándo se empezó a emplear el algodón como fibra textil?

algodón
   Herodoto afirma que el algodón ya se utilizaba en la India en el año 3000 a. de J.C. En efecto, los pue­blos orientales fueron quienes pri­mero utilizaron este tejido. Los ro­manos conocían su existencia, pero dada su escasez (había que impor­tarlo de la India) lo consideraban más valioso que la seda. Los colonizadores europeos descu­brieron más tarde que esta planta se desarrollaba con especial vigor en el clima de algunas zonas de las dos Américas. El mayor inconve­niente del cultivo y cosecha del al­godón estriba en la gran cantidad de mano de obra que exige. Para hacer frente a dicha necesidad, los europeos organizaron la mayor tra­ta de esclavos de toda la historia, trasladando a América a varios mi­llones de africanos. El camino que lleva desde la recolección de los copos de algodón hasta el tejido, es largo y complicado. Actualmente el algodón es la fibra textil vegetal más utilizada.

¿Por qué es importante la inves­tigación científica?

   Los grandes descubrimientos cien­tíficos que han llevado a la huma­nidad al actual progreso en todos los campos, en el pasado fueron casi siempre el fruto de investiga­ciones individuales. Hoy, en todos los campos de la cul­tura, y sobre todo en la ciencia y la técnica, se experimenta la nece­sidad de extender la complicada labor de investigación a un número cada vez mayor de personas que se han preparado para ello median­te profundos estudios. Los moti­vos de este distinto planteamiento de la investigación científica son varios. Ante todo, es fácil compro­bar que dicha investigación ha ad­quirido un papel decisivo en la vida de toda la humanidad: pensemos, por ejemplo, en el problema de la supervivencia de determinados pue­blos que podrían hallar una fuente de vida en una agricultura más avan­zada; o en la lucha contra las en­fermedades; o en las enormes po­sibilidades de aprovechamiento de riquezas naturales hasta ahora no utilizadas... En segundo lugar, el avance de la ciencia ha ocasionado problemas de enorme alcance, cuya solución sólo será posible a través de un colosal esfuerzo colectivo de investigación.

¿Cómo construyen sus kayaks los esquimales?


   Durante la breve estación del des­hielo los esquimales se adentran en el mar sirviéndose de los kayaks. Se trata de una verdadera obra maestra del ingenio, puesto que pa­ra su construcción no utilizan, a ve­ces, ni siquiera un trocito de ma­dera. En efecto, el kayak normal consiste en un armazón de frágiles huesos colocados verticalmente, sobre la que se extiende y cose una piel de foca. Las costuras se impermeabili­zan después por medio de grasa. El remero se acomoda en un pequeño espacio redondo que se abre en el centro del kayak.
   Una vez sentado en la embarcación, el esquimal se encarga de cerrar cuidadosamente con su abrigo de pieles las rendijas que pueda haber alrededor de su cuerpo, para impe­dir que el agua penetre en el inte­rior de la barca en caso de que ésta vuelque. El kayak es tan ligero e inestable que el menor falso movi­miento, o la más leve ráfaga de vien­to, bastan para que vuelque. Pero, por otra parte, su manejo es tan sencillo que un hábil golpe de cin­tura o una sutil maniobra con el re­mo sirven para enderezarlo.