¿Cuáles son las películas que han obtenido más premios Óscar?


   Tres cintas comparten ese récord: Ben Hur (1952), que obtuvo 11 óscares de un total de 15. La segunda es Titanic (1997), con 11 de un total de 17, y El señor de los anillos: el retorno del rey, con 11 premios de 11 nominaciones. Le sigue West Side Story (Amor sin ba­rreras), que en 1961 mereció 10 óscares. El récord de nominaciones también corresponde a Titanic. Otra marca interesante es la de las películas que han conquistado los cinco premios más importantes (mejor película, dirección, guión, actor y actriz). Sólo hay tres casos: Sucedió una noche (1934), Atrapado sin salida (1975) y El silencio de los inocentes (1991). En cuanto a los óscares individuales, el récord es para Walt Disney, quien consiguió un total de 26 (20 en vida y seis póstumos), John Ford tiene el récord de los premios a la mejor dirección (4), Walter Brennan y Jack Nicholson el de los premios a la mejor actuación masculina (3), y Katharine Hepburn a la actuación femenina (3). Meryl Streep ha sido nominada en 13 ocasiones.

Momias egipcias


   En las candentes arenas de los de­siertos egipcios, donde raras veces llueve, los cadáveres desecados se conservan por tiempo casi indefinido. A esa circunstancia, unida a la creencia que tenían los egipcios en la vida de ultratumba, se debe la práctica de la mo­mificación, o sea la conservación artificial de los cadáveres. Al principio sólo se momifica­ba a los reyes o faraones, pero más tarde la práctica se hizo extensiva aún a la gente de la más humilde condición. Consideraban los egipcios que la preservación del cadáver era indispensable para que el difunto pudiera dis­frutar de la vida de ultratumba y no escati­maban esfuerzo alguno para conservarlo y pa­ra proveerlo de alimentos, ropas y otras cosas que hubiera menester.

   La palabra momia procede del término ára­be mumia, que significa betún, por el uso que se hacía de dicha sustancia en el proceso de momificación. El proceso de momificación era muy largo, pues solía prolongarse hasta por más de dos meses, y se sujetaba estrictamente a un complicado ritual, si bien éste sufrió di­versas modificaciones con el trascurso del tiem­po.

MAXIMILIANO ROBESPIERRE, EL JEFE DE LOS JACOBINOS

MAXIMILIANO ROBESPIERRE

EL 28 DE JULIO DE 1794, hacia las cinco de la tarde, un triste cortejo atra­vesaba las calles de París, en medio de una marea de gente excitada y gritona. Sobre cuatro carretas se veía a veintiún hombres maniatados, turbados, y de rostros lívidos.
En la primera estaba tendido un hombre semidesvanecido con la cara en­vuelta en un pañuelo ensangrentado, con la vestimenta rota y también man­chada de sangre. Los gendarmes de la escolta lo señalaban al pueblo con la punta de sus sables, y la multitud enfurecida gritaba, amenazándolo con los puños.
Las carretas se detuvieron junto al tablado, y los hombres, uno por vez, fueron obligados a bajar y después a subir los cinco peldaños que los con­ducían a la muerte... El hombre de cara vendada fue guillotinado en vi­gésimo lugar.
Así, en una tarde de verano, murió Maximiliano Robespierre, el perso­naje más extraordinario de la Revolución Francesa: el hombre que todavía algunos días antes era, prácticamente, el amo de Francia.