Plantas cancerígenas


   Los naturópatas no lo pueden creer. En pleno boom de los herbolarios y las plantas medicinales surge la noticia: los resultados obtenidos en las investigaciones realiza­das por el Ministerio de Sani­dad suizo apuntan que muchas plantas medicinales contienen un alarmante alca­loide llamado pirrolicidina, que también se encuentra en las hojas del tabaco y la za­nahoria. En experimentos rea­lizados con animales, esta sustancia afecta al hígado y favorece el crecimiento de las células cancerosas. Cuatro de las plantas que contienen pirrolicidina —tusílago, cacalaco, eupatorio y consuelda— se encuentran en unos 150 preparados suizos. Así, por ejemplo, el tusílago se emplea en el tratamiento de dolores e inflamaciones del pecho, y la consuelda combate el reuma­tismo agudo y crónico. En México esta sustancia prácticamente no aparece en medicamentos registrados.
"No quiero menospreciar los peligros de la pirrolicidina, pero estos medicamentos se utilizan desde siempre, sin que se hayan detectado casos de cáncer", dice Jürg Luginbühl, director técnico de Bioforce A.G., empresa líder en el sector.

Las plantas también se mueven

Plantas que se mueven   Por inmóviles que parezcan, las plantas se mueven continuamente. La mayoría de sus movimientos re­sultan del crecimiento, y Carlos Darwin, en el si­glo XIX, descubrió que las partes vegetales que cre­cen, incluso las raíces, al alargarse describen una espiral. La velocidad de formación de la espiral en la planta varía mucho de una parte a otra; es gran­de en un zarcillo, pero mucho menor en una raíz. El movimiento por crecimiento está regulado in­ternamente, pero otros movimientos de las plantas, los tropismos, obedecen a estímulos externos. Así, los tallos y hojas se vuelven hacia la luz.
   Una enre­dadera que trepa por una pared de piedra o por el tronco de un árbol, dispone sus hojas perpendicularmente a la luz formando un mosaico, que se superpone poco, de modo que cada una ofrece al sol la mayor superficie posible. La gravedad estimula a la enredadera a subir y, a la vez, a que ahonden sus raíces. Los movimientos que hace la planta para trepar por el muro respon­den a los estímulos de contacto con las piedras.

¿Cuál es la tierra de origen de los gitanos?

¿DE DÓNDE VIENE LOS GITANOS?


   El problema del origen de esta extraña gente ha apasionado a muchos investigadores. Hasta mediados del siglo XIX, la opi­nión general era que su tierra de origen había sido Egipto. Tal creencia era debida, especialmente, al hecho de que ellos sostenían ser descendientes de los antiguos egipcios. "Gitanos", como se les llamó en España, deriva de "egiptanos". Los ingleses los lla­maron "Gypsies", y en Hungría aún hoy son llamados "Faraonem-zerség", que significa "raza del faraón".
Pero los estudios del alemán Grellmann revelaron que el origen de esta raza nómada era bien distinto. Examinando cuidadosamente el idioma de los gitanos, el estudioso germano comprobó que tenía una gran semejanza con algunos dialectos indos. Era esta una prueba de que la India debió ser el país de origen de los gitanos.
He aquí algunos términos gitanos que demuestran claramente su derivación de los indos:

GITANO...........................INDO
devus.................................dewus (día)
ratti.....................................rat (noche)
mutke.................................muke (pez)
kan.....................................kan (oreja)
balo....................................palo (cerdo)
rup......................................ruppa (plata)