El camuflaje en la guerra


El cangrejo ermitaño no nació con buenas armas para protegerse a sí mismo. Pero tiene una buena forma de esconderse de sus enemigos. El cangrejo se coloca pequeñas plantas, algas e incluso animales en la espalda y en sus largas piernas que lo hacen coincidir con su entorno. Cuando un cangrejo ermitaño viaja a un lugar nuevo simplemente cambia las plantas y animales de su espalda por aquellos del nuevo entorno.

La decoración del cangrejo ermitaño es una especie de camuflaje. A grandes rasgos el camuflaje es lograr el mayor parecido con el ambiente circundante y perderse en él.

Hay muchos ejemplos de camuflaje en la naturaleza. De todos estos ejemplos, el hombre ha aprendido mucho.

Una de las obras de Shakespeare, Macbeth, cuenta una historia de camuflaje. Macbeth pensaba que no podía morir en batalla debido a una antigua profecía que decía que no podía ser muerto "hasta que el bosque de Birnam viniera a Dunsinane". Macbeth, a sabiendas de que los árboles no pueden caminar, se sentía seguro. Pero no fue así. Un ejército enemigo marchó a través de bosque de Birnam. Para camuflarse cada soldado cortó un pequeño árbol y lo sostuvo frente a él. Los árboles del bosque de Birnam realmente parecían marchar hacia Dunsinane, y Macbeth fue muerto.

El camuflaje es especialmente importante en tiempos de guerra. Los ejércitos más modernos se han vuelto expertos en camuflarse.

En la Primera Guerra Mundial muchos objetos se pintaban para camuflarse. Los artistas trabajaron con colores y diseños que hacían que un camión del ejército o un barco o un arma parecieran fundirse con el fondo. Pero en la Segunda Guerra Mundial fue más difícil el camuflaje. Ya había filtros especiales en las cámaras en cuyas fotografías era fácil distinguir los objetos pintados de los naturales. Los expertos en camuflaje tuvieron que volver al plan del cangrejo ermitaño. Tuvieron que usar plantas reales e incluso, a veces animales reales en lugar de pintura.

¿Qué son las corrientes en chorro?

Las corrientes en chorro son vientos muy rápidos que se mueven a gran altura sobre la tierra. Son como ríos de aire, a menudo con una velocidad de 230 millas por hora (370 km/h).

Una corriente en chorro puede tener desde 160 hasta 640 km de ancho, y con 1000 a más de 2000 metros de espesor. Fluye de oeste a este a unos 35.000 pies (10,6 km) sobre la tierra.

Las corrientes en chorro se descubrieron por primera vez por los pilotos de la Segunda Guerra Mundial. Ellos se vieron seriamente frenados por estos fuertes vientos. Actualmente, los pilotos de aviones jet toman ventaja de las corrientes en chorro en la planificación de sus vuelos. Al volar con ellos, los aviones vuelan mucho más rápido sobre la tierra.

Debido a que la corriente en chorro se mueve mucho más rápido que el aire a su alrededor, perturba el aire que lo rodea causando turbulencias. Estas turbulencias se vuelven menos violentas hacia el centro de la corriente.

A medida a que van cambiando las estaciones, las corrientes en chorro se van moviendo. En los Estados Unidos por lo general se encuentran más al norte en el verano que en invierno. Sin embargo, fluyen de oeste a este durante todo el año.

¿Qué es el metabolismo?


El metabolismo es el proceso por el cual los seres vivos crecen y reparan sus órganos y producen la energía necesaria para la vida. El metabolismo incluye todos los cambios químicos que tienen lugar en el protoplasma de las células. Los cambios que crean nuevo protoplasma para los materiales más simples se denomina metabolismo anabólico. Los cambios que descomponen las partes del protoplasma tienen el nombre de metabolismo catabólico.

Todos los procesos metabólicos utilizan los alimentos como materia prima para el suministro de energía y la construcción de nuevos tejidos. Los alimentos incluyen agua, minerales, vitaminas, carbohidratos (almidones y azúcares), proteínas y grasas. Los tres últimos son cambiados por la digestión por azúcares simples, aminoácidos, ácidos grasos y el glucógeno, los que pueden ser asimilados. La glucosa, grasas y aminoácidos pueden ser utilizados para formar una parte fundamental del protoplasma, que se oxida para dar al cuerpo el calor y la energía que necesita, o que los almacena para uso futuro.