¿Cuántas estrellas podemos ver a simple vista en el cielo?

De los billones y billones de estrellas en el universo, sólo podemos ver un poco más de 6.000 de ellas sin necesidad de un telescopio. Y una cuarta parte de estas 6.000 estrellas no pueden verse en la mayor parte de los territorios al norte del ecuador.

Algunas de las estrellas que podemos ver son mucho más brillantes que otras. Los científicos llaman el brillo aparente de una estrella su magnitud. Una estrella con una magnitud de 1 es 2,5 veces más brillante que una estrella con una magnitud de 2; una estrella con una magnitud de 2 es 2,5 veces más brillante que una estrella de magnitud 3, y así sucesivamente.

Las estrellas con una magnitud de más de 6 sólo se pueden ver con un telescopio. Y los telescopios de gran potencia pueden llegar a ver estrellas con una magnitud de 21. Una estrella de magnitud 1 es más de un ¡millón de veces más brillante que una estrella de magnitud 21!

Sólo hay 15 estrellas en el cielo nocturno con una magnitud menor a 1. Y sólo cuatro estrellas con una magnitud menor a cero: Sirio (−1.46), Canopus (−0.72), Arturo (-0.04) y Alfa Centauri A (-0.01).

¿Cuál es el puente levadizo más largo del mundo?

El puente levadizo más largo del mundo fue construido en 1940 y cruza el Black River en Lorain, Ohio.

Originalmente llamado el Puente de la avenida Erie fue renombrado como el Puente de Charles Berry en honor de Charles J. Berry, un local que recibió la Medalla de Honor en el Día de los Veteranos de 1988.

El largo del Puente Charles Berry mide 333 pies ó 101,5 metros.

¿Cuál ha sido la inmersión más profunda al océano?

El punto más profundo del mar es el Abismo Challenger ubicado en la Fosa de las Marianas en el Océano Pacífico.

En 1960, patrocinados por la Marina de los Estados Unidos, Jacques Piccard y el teniente Don Walsh tripularon el Batiscafo Trieste y descendieron hasta el fondo de la Fosa. La inmersión más larga del mundo tomó casi seis horas y alcanzó una profundidad registrada de 10.916 metros ó 35.813 pies.

El 24 de marzo de 1995, Kaiko, una sonda japonesa de aguas profundas, realizó la inmersión no tripulada más larga, sumergiéndose al fondo del Abismo Challenger, esta vez la profundidad a la que llegó fue de 10.911 metros ó 35,797 pies.