Curiosidades sobre la turquesa

  • La turquesa es un mineral de color azul verdoso. Es un fosfato de aluminio y cobre.
  • La turquesa ha sido muy apreciada como piedra preciosa y ornamental durante miles de años debido a su color inigualable.
  • Los egipcios extraín turquesas del Sinaí hace unos 7000 años.
  • La palabra turquesa es muy antigua y de origen indeterminado. Deriva del francés pierre turquoise, significando piedra turca. Se piensa que esto surge de una confusión, ya que en Turquía no hay turquesas, pero eran comercializadas allí, y entonces la gema fue asociada con ese país.
  • Incluso la más fina de las turquesas es bastante frágil, llegando a un máximo de dureza justo por debajo de 6 en la escala de Mohs, o ligeramente menos que un vidrio de ventana común.
  • Algunas culturas antiguas creían que el azul de la turquesa tenía poderosas propiedades metafísicas.

Curiosidades sobre la turmalina

  • El nombre de turmalina viene de la antigua palabra cingalesa «tourmali», que significa «piedras de colores mezclados», este nombre se aplicaba a una combinación de piedras de colores y se trataba principalmente de circones.
  • Dureza (según la escala de Mohs): 7 - 7,5.
  • Los mineralogistas han dado numerosos nombres a las diferentes variedades de turmalinas: elbaita, tsilaisita, dravita, cromedravita, lidicoatita, uvita, schorl, acroita, buergerita, feruvita, foitita, povondraita y rubelita.
  • Esta piedra es símbolo de la pasión, posee la vibración del amor, una de las piedras mas positivas y elevadas.
  • El filósofo Teofrasto escribió hace más de 2300 años que el «lyngurion», probablemente una turmalina, tenía la propiedad de atraer la paja, la ceniza o pequeños pedazos de madera. Esto sucedía al calentar el cristal y se llama piroelectricidad. Se producía así una descarga eléctrica de un lado del cristal y una carga opuesta del otro lado, lo que permitía atraer las partículas.
  • La turmalina más valiosa es la de color verde más parecido al verde esmeralda (turmalina paraiba).
  • La turmalina más rara es la variedad azul (indigolita).

¿Cuándo el mundo perdió diez días?

En el año 46 a. C. el gobernante romano Julio César puso en vigor un nuevo calendario que llegó a ser conocido como calendario juliano. Los romanos pensaban que el año tenía 365,5 días de largo, así que hicieron un año ordinario de 365 días y agregaron un día extra cada cuatro años, o año bisiesto.

Pero en el año 730 d. C. se supo que el año tenía en realidad 11 minutos menos de lo que los romanos del tiempo de Julio César pensaban que tenía. Este error hizo que el calendario se desfasara 11 minutos cada año, o un día completo cada 128 años. En 1582, el calendario llegó a estar diez días fuera de línea con las estaciones.

Así que en ese año, el papa Gregorio XIII ordenó que un nuevo calendario se pusiera en vigor, al que actualmente llamamos calendario gregoriano. Para mantener el calendario en línea con las estaciones, se decidió que el primer año de cada siglo será un año bisiesto sólo cuando ese año se pueda dividir por 400. Por lo tanto, 1200 y 1600 fueron años bisiestos, pero 1800 y 1900 no lo fueron. Este cambio eliminó el error de 11 minutos por año en el calendario.

Para adaptar el calendario inmediatamente a un nivel compatible con las estaciones, Gregorio ordenó que diez días se eliminaran a partir del año 1582. La gente que fue a la cama en la noche del 5 de octubre de ese año ¡se despertó el 15 de octubre!

Algunas ramas de las iglesias ortodoxas orientales todavía siguen el antiguo calendario juliano, que se encuentra ahora ¡13 días desfasado del calendario gregoriano!