¿Cómo elegir un gatito?



Piénsalo bien antes de tener un gatito. No tomes uno en el impulso sólo porque alguien está tratando de encontrar un hogar para él, o porque ves uno que se ve triste en una tienda de mascotas. Un gato no es un juguete que se puede dejar de lado si te aburres; la mayoría vive más de diez años. La comida, la arena higiénica para gatos y la atención veterinaria cuestan dinero. También debes estar preparado para que alguien cuide del gato cuando te vayas de vacaciones.

Una vez que hayas decidido tener un gato propio, debes pensar en qué tipo de gato quieres. Por ejemplo, los gatos de pelo largo necesitan mucho aseo; a los siameses les gusta la compañía. Si es posible, saca a tu gatito del lugar donde nació y no de una tienda de mascotas, para que puedas ver que la gata está sana y bien cuidada.

Elige un gatito sano

Nunca elijas un gatito que parezca sucio o enfermo, ni siquiera uno aparentemente sano de una camada en la que otros estén enfermos. El gatito más audaz no siempre es la mejor opción, ya que puede volverse demasiado confiado y difícil de disciplinar. Elige un gatito alegre que muestre interés por ti, no uno que sea demasiado tímido.

No importa si tu elección es masculina o femenina, porque a menos que el gato esté destinado a la cría, un veterinario debería extirparle los órganos sexuales cuando tenga unos cinco meses de edad. Esto se llama castración (gatos machos) o esterilización (gatas hembras). Si no lo haces con la hembra, es posible que tengas más gatitos de los que desees. Los gatos machos no castrados a menudo se meten en peleas, y rocían orina por toda la casa para marcarla como su territorio.

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