Por lo general, cuando se extrae petróleo, este viene con una gran cantidad de agua y gas natural. Los fluidos entran en un recipiente llamado separador que separa el petróleo, el agua y el gas.
El agua es recogida y normalmente bombeada de nuevo al suelo o purificada y utilizada para otros fines. El petróleo se dirige a una columna de destilación fraccionada. El gas que queda no suele ser lo suficientemente puro como para que valga la pena purificarlo, comprimirlo y almacenarlo. Entonces, ¿qué se hace con todo este gas natural inflamable pero no puro?
En algunas plantas lo utilizan para alimentar las calderas que alimentan la propia planta o proporcionan otras funciones. Pero a veces no pueden hacer esto o la cantidad de gas producido es tan alta que las calderas no pueden usarlo todo. En esos casos, lo más económico es quemarlo.
Este gas (metano) no se le puede permitir que escape a la atmósfera ya que contribuiría en gran medida al efecto invernadero.
.
