Si bien sostener un estornudo no expulsa los globos oculares, aún así puede lastimarse. Mantener la nariz y la boca cerradas para sofocar un estornudo puede causar vértigo, romper los tímpanos y provocar pérdida de audición. La presión del estornudo afecta la trompa de Eustaquio y el oído medio. También puede dañar el diafragma, romper los vasos sanguíneos de los ojos e incluso debilitar o romper los vasos sanguíneos del cerebro. Es mejor dejar salir un estornudo cuando este es inevitable.
Cómo detener un estornudo
Aunque no debes sofocar un estornudo, es posible que puedas detenerlo antes de que suceda. Por supuesto, la manera más fácil es evitar los factores desencadenantes, como el polen, la caspa de las mascotas, la luz del sol, comer en exceso, el polvo y las infecciones. Una buena limpieza puede reducir las partículas en el hogar. Los filtros en las aspiradoras, calentadores y acondicionadores de aire también ayudan.
Si sientes que se aproxima un estornudo, prueba un método físico preventivo:
Pellizcae suavemente el puente de la nariz hasta que pase la necesidad de estornudar.
Presiona tu lengua en el techo de tu boca.
Aguanta la respiración y cuenta hasta diez.
Exhaa profundamente el aire en tus pulmones para que no esté disponible para soportar un estornudo.
No mires a la luz brillante.
Si no puedes detener el estornudo, debes usar un pañuelo desechable o, al menos, alejarte de los demás. Un estornudo expulsa mucosas, irritantes y agentes infecciosos a una velocidad de 30 a 40 millas por hora hasta 100 millas por hora. Los residuos del estornudo pueden viajar hasta 20 pies e incluir 100,000 gérmenes.