Algunos tratamientos comunes para el dolor de espalda
Terapias de frío y calor. Es mejor usar compresas frías o una bolsa de hielo, no calor, inmediatamente después de una lesión en la espalda, ya que esto puede aliviar el dolor adormeciendo el área y prevenir o reducir la inflamación. Sin embargo, aproximadamente 48 horas después de la aparición del dolor de espalda, la aplicación de almohadillas térmicas o una bolsa de agua caliente en la espalda puede ser útil. El calor calma y relaja los músculos doloridos y aumenta el flujo sanguíneo, lo que ayuda al proceso de curación. Tenga en cuenta que la terapia de calor sólo es útil durante la primera semana.
Reposo en cama limitado. En el pasado se recomendaba mucho el reposo en cama pero al día de hoy ya no tanto. Los médicos ahora saben que es mejor seguir moviéndose, para que sus músculos no se pongan rígidos. El reposo en cama todavía puede ser un alivio útil para el dolor en la parte baja de la espalda, particularmente si su dolor es tan severo que le duele al sentarse o pararse. Pero trate de limitarlo a unas pocas horas a la vez y no más de uno o dos días.
Actividad física. El ejercicio ayuda a construir músculos fuertes y flexibles que serán menos propensos a las lesiones. También puede ayudar al proceso de curación de la espalda dolorida, prevenir problemas en el futuro y mejorar la función. Un buen programa típicamente incluye las tres formas principales de ejercicio: actividad aeróbica, entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad.
Terapias complementarias. Varios tipos de terapia complementaria pueden ser útiles para aliviar el dolor en la parte baja de la espalda. Estos incluyen
- La acupuntura, en la que los terapeutas insertan agujas esterilizadas finas en puntos precisos del cuerpo para liberar la energía bloqueada.
- Manipulación de la columna vertebral, en la que los quiroprácticos aplican presión directamente sobre el cuerpo para corregir la alineación de la columna vertebral.
- Masaje terapéutico para relajar los músculos doloridos.
- Terapias de movimiento, como yoga y tai chi, que pueden ayudar a estirar y fortalecer los músculos de la espalda.