Otto de Guericke, burgomaestre de Magdeburgo, ciudad alemana en la ribera del Elba, efectuó en público, en 1654, una espectacular experiencia para demostrar la fuerza de la presión atmosférica.
Torricelli descubrió la existencia y la acción de la presión atmosférica. Partiendo de este hecho, Guericke demostró la potencia de la presión en el curso de una experiencia a la cual asistió el emperador de Alemania. Dos casquetes cóncavos y semiesféricos, que poían ajustar perfectamente, se unieron para formar una esfera de un metro de diámetro. Con la ayuda de una bomba neumática, Guericke hizo el vacío en su interior. Dos fuertes caballos tirando de los correspondientes casquetes no lograron separarlos. La presión del aire exterior inutilizaba la poderosa fuerza de las caballerías. A raíz de esta de mostración científica, Magdeburgo adquirió gran celebridad.