Ciertos artistas, a la vez escultores y mecánicos, han creado objetos decorativos móviles. El americano Calder es el autor de muchos de estos móviles, entre ellos el que figura en la casa de la UNESCO en París.
El más insignificante soplo de viento pone en movimiento el "móvil" de Calder, emplazado en los jardines de la UNESCO en París. Trabajando con alambres y hojas de metal diversamente coloreadas, dispuestas en perfecto equilibrio, Calder compuso unas formas que la brisa modifica a cada momento, recreando mil formas nuevas, de proporción y formas cada vez distintas. Esta escultura animada fija nuestra atención y estimula nuestra imaginación, aunque en la actualidad numerosas marcas comerciales utilizan el principio del móvil de Calder para sus campañas publicitarias. En Lieja, la ciudad belga junto al Mosa, existe un móvil de Calder, cuyos movimientos están coordinados con unos juegos de luz y de música.