Sabemos muy poco acerca de la vida del más importante astrónomo y geógrafo de la antigüedad, salvo que se llamaba Tolomeo y que trabajó en Alejandría durante la primera mitad del siglo II de nuestra era. Su principal obra, Composición matemática, fue llamada Almagesto, (que quiere decir gran libro) por los árabes medievales. El Almagesto presenta la estructura del Universo partiendo de la base de que la Tierra se encuentra fija en su centro. El libro explica también el movimiento de los cuerpos celestes por medio de la teoría de los epiciclos, que son círculos cuyo centro se mueve en otro círculo, y contiene un catálogo de estrellas. Las teorías de Tolomeo fueron admitidas como irrebatibles hasta la aparición del sistema de Copérnico en el siglo XVI, y, por cierto, hubo muchos que se sintieron muy decepcionados cuando se probó que la Tierra no era mas que uno de tantos pequeños planetas que giran trazando una órbita en torno al Sol, y que este, a su vez, no es más que una de los muchos millones de estrellas con que cuenta el Universo.
Tolomeo fue además un gran geógrafo y dibujó un mapamundi, que fue muy usado durante la Edad Media. En el aparecerían con bastante exactitud todos los territorios que rodean el Mediterráneo. Suponía a Asia mucho mayor de lo que es en realidad, por lo que la distancia de sus costas respecto de la península Ibérica, por el Atlántico, se reducía a poco mas de 4.000 km. Este error permitió que el descubrimiento de América se realizara mucho antes de lo que se habría producido si Colón hubiera conocido la enorme distancia que, en realidad, existía.