En los tiempos antiguos, muchas personas creían que las enfermedades eran causadas por brujas o demonios; algunas veces, los enfermos eran encarcelados, para echar fuera de ellos los demonios. También se culpaba al aire de la noche y a los malos olores. Hasta hace unos cien años, nadie hablaba de los gérmenes patógenos; ni siquiera se sabia que existieran. Ahora estamos seguros de que muchas de nuestras enfermedades son causadas por gérmenes. Se sabe que los animales y las plantas tienen también enfermedades causadas por gérmenes.
Algunos gérmenes patógenos son bacterias: pequeños organismos tan pequeños que no pueden ser vistos sin microscopio. Las bacterias crecen y producen nuevas bacterias muy rápidamente. En veinte minutos, una bacteria puede crecer y dividirse en dos bacterias. Con esta rapidez, un germen puede multiplicarse en varios millones de gérmenes en veinticuatro horas.
Algunos gérmenes patógenos son minúsculos organismos unicelulares llamados protozoarios. La mayor parte de ellos no puede verse sin un microscopio, pero son mas grandes que las bacterias.
Otros gérmenes patógenos son virus; estos son tan pequeños que solo pueden verse con un microscopio especial llamado microscopio electrónico.
Los virus son un enigma, parecen estar justamente en la frontera entre los seres vivos y las cosas inanimadas, y pueden causar muchas enfermedades.
Los gérmenes patógenos causan las enfermedades de diferentes maneras. Algunos sueltan veneno al crecer; otros, realmente destruyen algunas de las células del cuerpo del animal o de la planta.
Cuando los gérmenes entran en nuestro cuerpo, tenemos un ejército entero listo para atacarlos: el ejército de los glóbulos blancos de nuestra sangre.
