El termómetro clínico
"¿Se ha tomado usted la temperatura?" Es una de las primeras preguntas que el médico hace al enfermo. El termómetro clínico es de máxima; es decir, que esta construido para indicar la temperatura más alta a que el paciente ha llegado, y que suele ser algunos grados superior a la temperatura normal del cuerpo humano (unos 37 °C). Esta graduado en décimas de grado, entre los 35 °C y los 42 °C. Esta última cifra corresponde a la fiebre más extremada. Una particularidad: el tubo esta ligeramente estrangulado por encima del depósito. En otros termómetros existe un hilo muy fino. soldado al fondo del deposito, que se adentra en el tubo capilar y lo obstruye parcialmente. El estrangulamiento o el hilo bastan para impedir que el mercurio refluya hacia el depósito cuando ha alcanzado el nivel más alto. Con ello se garantiza la lectura correcta. Para volver el mercurio al depósito es necesario sacudir ligeramente el termómetro.