El recién nacido pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, excepto cuando tiene hambre. ¡Lo único que hace es llorar y comer! Al principio sólo distingue imágenes confusas, y después de seis semanas ya enfoca la vista. También voltea la cabeza y sonríe. A las siete u ocho semanas puede enderezar la cabeza y los hombros, y trata de alcanzar los objetos, gira sobre sí mismo y balbucea. Hacia los cuatro meses ya puede comer alimentos molidos, y a los seis meses ya le habrá salido su primer diente y se sienta solo. Aproximadamente un mes más tarde se sostendrá en pie si se sujeta de algo, empieza a gatear y articula ruidos sencillos que parecen palabras. Al año ya dirá "mamá" y "papá".