Todos los seres vivientes respiran, necesitan del oxígeno del aire para degradar sustancias orgánicas cuya energía les servirá para sintetizar otras sustancias. Al contrario de los animales, la respiración de las plantas se efectúa por toda su superficie, particularmente en las hojas, donde se encuentran unos orificios minúsculos llamados estomas, y situados entre dos células que pueden regular su abertura.
La respiración es la absorción de oxígeno y la expulsión de bióxido de carbono.
La fotosíntesis, por el contrario, es la absorción de bióxido de carbono y la liberación de oxígeno. En las plantas, ambos mecanismos coinciden durante el día; sin embargo la fotosíntesis es unas 10 veces más eficiente que la respiración. Cuando la planta está en la oscuridad, la fotosíntesis no se lleva a cabo y solamente hay expulsión de bióxido de carbono.