A las casas de vidrio que se construyen para proteger las plantas de los rigores de la intemperie se les llama invernaderos o invernáculos. En esta forma, es posible que penetre la luz solar y se evita que se escape el calor. La persona que se halla a su cuidado es la encargada de mantener la buena calidad de la tierra y el agua para que las plantas tengan todo lo necesario para desarrollarse.
Una buena razón para construir invernaderos es que se puede sembrar en un clima primaveral interno, aunque sea tiempo de invierno. Cuando el ambiente en el campo es suficientemente cálido y ya pasó el peligro de las heladas, se puede trasplantar de la casa de vidrio a los jardines. Los tomates y las coles son dos de las hortalizas que a menudo se siembran en invernaderos, antes de la primavera.
En esta forma es posible cultivar, durante todo el año, flores y vegetales de todas clases. Durante las épocas en que las plantas no crecen en campo abierto, el dueño de un invernadero puede obtener frutas y legumbres, cosechadas en su propia casa de cristales.
Los invernaderos sirven también para hacer muchos experimentos. De tales investigaciones han partido, en su mayoría, los descubrimientos que los científicos han realizado para obtener datos acerca de lo que necesitan las plantas para crecer, y evitar o curar las plagas. En algunos invernaderos hay plantas procedentes de todo el mundo.