También puede llamarse pulverizador o aerosol, pero estos términos más bien suelen reservarse para unos instrumentos similares que sirven para las pulverizaciones de productos farmacéuticos o agrícolas. Por otra parte, la palabra de moda es "atomizador". Se trata de un aparato que permite, gracias a la presión del aire, expulsar fuera de un frasco, en forma de finas gotas, líquidos más o menos perfumados.
Lo mismo que el pulverizador, el vaporizador está provisto de un fuelle en forma de pera de caucho. El frasco cae dentro del dominio de la fantasía, y tiene forma, tamaño y color muy variados.