José Ortega y Gasset es, probablemente, el más importante pensador español de la primera mitad del siglo XX. Autor de una filosofía sistemática y original, ha ejercido una influencia considerable sobre el mundo intelectual de España en las últimas décadas. Ortega adoptó de nuevo la postura europeísta —que habían mantenido en España los krausistas, seguidores del filósofo alemán Krause y fundadores de la Institución Libre de Enseñanza a principios de siglo—, en contra de la actitud de otros intelectuales que, como Unamuno, prefirieron volver sus espaldas al continente. Después de doctorarse en Filosofía en la Universidad de Madrid, Ortega marchó a Alemania en 1904, estudiando en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde fue alumno del filósofo neokantiano Hermann Cohen. Desde 1910 hasta 1936, fue catedrático de Metafísica de la Universidad de Madrid, pero al estallar la Guerra Civil Española, se marchó del país y residió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. En 1945 volvió a España, pero no se reintegraría jamás a su cátedra.
Ortega reaccionó pronto frente al idealismo kantiano que había recibido en Alemania. La misión del conocimiento — dice— no es, como pensaba Kant, proyectar su forma sobre el caos de datos recibidos, sino precisamente lo contrario; la característica del pensamiento consiste en adoptar la forma de los objetos, hacer de éstos su principio y su forma. Pero no por ello cae en una postura realista, pues muchos de los supuestos idealistas le parecen válidos. En efecto, dice, ningún sujeto puede saber nada de las cosas, más que en cuanto está presente en ellas. No puede hablarse — concluye— de cosas sin yo, ni de yo sin cosas; la verdadera realidad es, pues, la del yo con las cosas. Así llega a su frase Yo soy yo y mi circunstancia, escrita en 1914. Ortega desarrolló, a través de su formación alemana, una gran sensibilidad hacia los problemas históricos de la que carecía el kantismo, pero que sus seguidores habían cultivado. La historia ocupará un lugar muy importante dentro de su pensamiento y es, quizás, el campo donde se ha mostrado más original. Piensa que toda sociedad está formada por una masa y una minoría constituida por los mejores hombres, que tienen la misión de servir a las masas orientándolas y dirigiéndolas. También es autor de algunos ensayos sobre arte. Entre sus obras más importantes se encuentran El espectador, España invertebrada. La rebelión de las masas y La deshumanización del arte.