Menandro (342?-292? a. de J.C.) fue un comediógrafo griego, nacido en Atenas. Disfrutó de una vida regalada y gozó en su plenitud de los medios materiales que siempre tuvo en abundancia. Fue discípulo del poeta Alejo, y se inclinó por la doctrina de Epicuro más que por ninguna otra filosofía.
Sus comedias, que pasaron de ciento, no se han conservado en su totalidad, pero los fragmentos de que se dispone permiten asegurar que quien las escribió era uno de los autores geniales de su tiempo. Los muchos admiradores que tenía, especialmente en Egipto, lugar al cual fue invitado con gran insistencia, así como las imitaciones literales y las traducciones que de sus obras se hicieron en Roma, han permitido reconstruir en gran parte la obra creada por Menandro. Los fragmentos que han llegado hasta nuestros días son de El Héroe, El Lisonjeador, El Arbitraje, La Samianna, El Trabajador y La Mujer Esquilada.
El genio cómico de Menandro está saturado de las aficiones e inclinaciones filosóficas que tanto lo fascinaban y que no vaciló en expresar una y otra vez en forma de agudas sentencias y epigramas. Esta tendencia reflexiva, sin embargo, en nada menoscaba la agilidad con que se desarrolla el relato, ni debilita los firmes rasgos distintivos de los personajes. Tampoco se empaña la clara naturalidad del argumento, ni queda dañada la espontaneidad del esmerado estilo que singulariza su expresión.