Henry Morgan (1635-1688) fue un navegante inglés cuyo espíritu aventurero lo impulsó a abandonar muy joven la casa paterna y a armar un navio de corsario. Formó parte de la expedición de Mansfield contra Curaçao. Después de la captura de dicho jefe por los españoles, Morgan fue elegido almirante por los bucaneros. Durante cinco años, a partir de 1666, se dedicó a saquear las colonias de las Antillas y de la América Central. Tomó por asalto Portobelo, destruyó a Maracaibo y saqueó e incendió la ciudad de Panamá en 1671. La paz entre España e Inglaterra puso fin a sus correrías, y en 1674 hizo un viaje a Londres, donde Carlos II lo condecoró y lo nombró comisario del almirantazgo y teniente gobernador de Jamaica, cargo que ejerció hasta su muerte.