Todos hemos podido escuchar alguna vez el característico estruendo, muy similar a una explosión, que produce un aparato de reacción en el momento de superar la barrera del sonido.
La barrera del sonido es un obstáculo natural, consistente en un repentino y acusado aumento de la resistencia del aire al movimiento de un aparato, justo cuando éste alcanza una velocidad igual a la del sonido, es decir, 332 metros por segundo.
Esta resistencia crece con el aumento de velocidad del aparato: cuando la velocidad se aproxima a la del sonido, la resistencia alcanza valores muy elevados. La señal de que se ha conseguido superar dicha resistencia es el estallido antes mencionado. Después de esta fase, la resistencia del aire disminuye repentinamente, aunque siga aumentando la velocidad del aparato.
La superación de la barrera del sonido ha sido posible gracias a los progresos técnico-científicos que han permitido disponer de materiales cada vez más resistentes y aparatos cada vez más perfectos.