Es común ver a nuestras mascotas sacar la lengua cuando están acaloradas, y especialmente cuando han corrido bajo el sol. Al evaporarse la saliva, provoca que el animal se refresque.
Al carecer de glándulas sudoríparas el perro no tiene más remedio que sacar la lengua después de una extenuante carrera, también cuando tiene calor o cuando ve llegar su comida. En este último caso se trata de un movimiento reflejo elaborado al nivel del cerebro del perro y que expresa su reacción natural ante cualquier tipo de excitación.