Entre las figuras de primer plano de las letras americanas, hace un brillante papel Justo Sierra, político y escritor mexicano nacido en Campeche, hijo del jurista y escritor del mismo nombre (1814-1861). Ministro de Instrucción Pública con Porfirio Díaz y creador de la moderna Universidad Nacional de México, pocos compatriotas suyos han contraído tantos méritos como él para con su patria, en relación con el progreso y con la formación de las generaciones juveniles. Al caer Porfirio Díaz, no sólo se le respetó, sino también se le designó representante de México en España (1912).
Profesor, orador, poeta, historiador y diplomático, Justo Sierra fue más que nada un educador liberal, el hombre que hizo posible el progreso cultural de su pueblo en los tiempos de una férrea dictadura. Sus ocupaciones como ministro de Educación le impidieron terminar su libro Juárez: su obra y su tiempo; le ayudó a acabarlo el historiador mexicano Carlos Pereyra.
Como educador y ministro, podemos afirmar que las orientaciones modernas de la enseñanza y de las juventudes mexicanas a él se le deben en principio; como orador, Justo Sierra dejó en el Parlamento honda huella de su paso; como poeta, se inspiró en los románticos franceses, y aunque nunca revelaron sus versos la calidad de un lírico de altura, no dejó de cultivar la poesía en ningún instante y consiguió producir sonetos tan correctos como Spírita y Florencia, narraciones tan celebradas como Playeras, composiciones de la altura de Otoñal, A Cristóbal Colón, etc.
Sierra intentó el éxito en el teatro al hacer representar su Piedad. Pero la personalidad literaria del historiador y del pedagogo la encontramos esencialmente concretada en su Manual escolar de Historia General, en su Catecismo de Historia Patria y en su México: su evolución social. Su ensayo En tierra yankee es un libro de viajes en el que se advierte la mano firme del filósofo y político americano de fino espíritu crítico. Sus Cuentos Románticos son bello ejemplo de narraciones románticas mexicanas.
Justo Sierra fue un hombre moderno y generoso; su obra puede considerarse paralela a la que realizaron Bello en Sudamérica y Hostos en las Antillas. Se le ha llamado Maestro de América.