HISTORIA DEL TRABAJO
En época muy remota, el hombre empezó a aprovechar el trabajo ajeno mediante el régimen de la esclavitud, que alcanzó gran desarrollo en los pueblos antiguos.Desde el siglo IX se generalizó en Europa, bajo el feudalismo, el régimen de la servidumbre, que subsistió hasta el Renacimiento. El siervo, a semejanza del colono romano, era una especie de "esclavo de la gleba", es decir, de la tierra que trabajaba y que no podía abandonar, aun cuando su señor la vendiese o arrendase.
Entre los siglos XIII y XVI llegó a su apogeo, en las ciudades europeas, el régimen corporativo. Consistía en la asociación profesional de los patronos y obreros de un mismo oficio, en corporaciones o gremios. Estos gremios reglamentaban estrictamente el ingreso y ejercicio del oficio, fijando normas técnicas y, a veces, limitaciones a nuevos trabajadores.
La Revolución Francesa consagró la desaparición del régimen corporativo y la vigencia de la libertad de trabajo.
Esa libertad de contratar fue muchas veces para el obrero un derecho ilusorio: las condiciones de trabajo las imponía el patrono y el obrero se veía obligado a aceptarlas por necesidad.
De aquí surgió, en el sector obrero, la necesidad de organizarse en asociaciones gremiales para defensa de sus derechos e intereses (sindicalismo). Y surgió también la necesidad social de que el Estado interviniese, imponiendo una legislación obrera de protección, para compensar su desventaja frente al patrono. Así apareció el Derecho del Trabajo.