La vellosidad que cubre tallo, ramas y hojas de la tomatera, consiste en pelos glandulares, o sea, pelos con una pequeñísima cabezuela en su extremo, que contiene una sustancia olorosa y volátil, que se evapora cuando el pelillo se rompe con el roce. Ese olor penetrante, atenuado en las especies domésticas, constituye una defensa de la planta contra sus enemigos, los insectos y microorganismos.
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vellosidad en la tomatera |